Los trabajadores de Elaborados Metálicos Emesa prometieron "luchar hasta el final" para evitar el cierre en cuanto tuvieron noticia de el que Grupo Soil Recovery, al que pertenecen, solicitó la entrada de la empresa en concurso de acreedores y valora la posibilidad de aplicar un ERE (expediente de regulación de empleo) de extinción. La plantilla de la fábrica de Coirós escenificó ayer la primer batalla de esa lucha, con una protesta en Betanzos que es la primera de su calendario de movilizaciones "en defensa del empleo". "En cuatro años, Grupo Soil recibió cuatro millones de euros públicos y ahora quiere cerrar Emesa y echar a todo el personal", reprochó el presidente del comité de empresa, Alberte Muiño.

En la concentración de ayer, los trabajadores de Emesa reclamaron el cobro de sus salarios, un problema que ya les llevó a principios de este año a ponerse en huelga. Emesa non se pecha, peche non, Emesa solución o viable sen ladróns fueron algunas de las consignas que corearon los participantes en la protesta.

El sindicato CIG critica que Soil Recovery solicitó el proceso concursal después de una "nefasta gestión" y alertó del "impacto económico laboral que tendría sobre la comarca permitir el desmantelamiento de una industria con 62 años de historia". El representante de la plantilla de Emesa subrayó que la fábrica "tiene carga de trabajo suficiente y un personal altamente cualificado". En ese sentido, reivindicó que "no se le puede permitir a la empresa que haga efectivo el cierre de Emesa después de haber provocado las condiciones idóneas para lo que está sucediendo", afirmó Muiño en referencia a gestión empresarial de los últimos años.

Subvenciones de la Xunta

Grupo Soil recibió ayudas públicas millonarias en los últimos cuatro años. Según los datos contabilizados por la CIG, entre 2015 y 2019 el grupo propietario de Emesa cobró 500.000 euros del Instituto Galego de Promoción Económica (Igape), 580.000 euros de XesGalicia (el ente autonómico dedicado a gestionar entidades de capital riesgo para apoyar el crecimiento del tejido empresarial gallego) y 2,9 millones de euros procedentes del Centro para el Desarrollo Tecnológico e Industrial (CDTI).

"Cuatro millones de euros desaparecidos", criticó el presidente del comité, para lanzar una advertencia a continuación: "Ahora quieren cerrar Emesa, echar a todos los trabajadores y que seamos todas y todos nosotros quienes paguemos". Emesa da trabajo a 90 empleados.