El comité de empresa de la cadena de panaderías Sanbrandán (grupo Ipasa) y el sindicato STL „al que pertenecen todos sus miembros„ interpusieron ayer ante la Inspección de Trabajo en A Coruña sendas denuncias para exigir a la compañía "la información que tiene la obligación legal de darles", según fuentes jurídicas del sindicato. Aunque la reclamación no alude directamente a la posible venta a Carlos García Martín, sí se produce en medio del malestar de los trabajadores por el silencio de la directiva mientras el empresario coruñés „nuevo dueño de Feca-Neón y que llegó a firmar la compra de Isidro 1952, luego anulada„ da por hecha la operación y habla de sus planes para expandir Sanbrandán. García-Martín asegura que está ya verificando datos confidenciales de Ipasa ( due diligence) y el comité entiende que la ocultación de información que afecta al futuro de los trabajadores vulnera sus derechos sindicales. Por su parte, Ipasa evita pronunciarse en público: "No tenemos información de la venta", zanja el grupo coruñés.

"La empresa da información a algunos trabajadores mientras se la niega al comité, vulnerando sus derechos", critica el secretario general de STL (Sindicato de Trabajadores de la Limpieza), Miguel Ángel Sánchez. Sánchez descarta valorar la idoneidad del supuesto comprador, del que han trascendido antecedentes penales por estafa y falsificación así como las denuncias de sus empleados de Centro Óptico Gallego y Feca-Neón por el impago de las últimas nóminas (nueve en el caso de las ópticas y desde que adquirió la firma en noviembre en el caso de la fábrica de rótulos). "El mismo perro con distinto collar", resume Sánchez, para tildar de "déspotas" y "caciques" a los actuales directivos del grupo alimenticio. "El comprador tendría que subrogar a todo el personal en las mismas condiciones laborales y eso es lo único que nos importa: que se respeten los derechos", concluye el líder del STL.

El todo caso, Sánchez desconfía de que la operación se llegue a realizar y considera que la directiva de Ipasa utiliza la actual incertidumbre para "desestabilizar a los trabajadores y amedrentar".