Además del tremendo problema de salud pública, el coronavirus es una pandemia de incertidumbre que hasta hace muy poco convertía el día siguiente en una interrogante enorme. No hay comparaciones posibles con crisis recientes. Ni en lo sanitario, ni en la economía, que de la noche a la mañana entró en una inédita hibernación para evitar al máximo el contacto físico entre personas y frenar así la propagación del Covid-19. Las previsiones sobre la recuperación están por esa razón repletas de dudas y con diferentes escenarios posibles, condicionado todo a la duración de las medidas de control o un posible rebrote. De hecho, el golpe fue mayor de lo que se pronosticó en los primeros días de emergencia, pero ¿se cumplirán los peores vaticinios? Funcas calculó que España perdería otras 80.000 afiliaciones medias en mayo. No fue así. La cifra creció en casi 97.500 y en más de 187.800 a último día de mes. También el empleo se apunta a la desescalada en Galicia, con un alza de 1.603 afiliaciones medias y 9.688 más en comparación con el cierre de abril. En la provincia de A Coruña, que genera el 30% del nuevo empleo creado en mayo en la comunidad, se ha dejado de destruir puestos de trabajo gracias al tirón de la construcción.

A CORUÑA Y SU ÁREA

El paro empieza a contenerse en la ciudad de A Coruña y su área, pero es un 20% superior a 2019. Cierres de comercios, ceses de actividad, ERTE? El impacto del Covid-19 tocó de lleno los cimientos de grandes empresas, pequeñas pymes y negocios de autónomos que llevaron a las listas del paro a miles de trabajadores en la ciudad de A Coruña y los ayuntamientos limítrofes. La mayor sangría en el empleo se produjo nada más arrancar el estado de alarma (decretado el 14 de marzo) y que continuó engullendo puestos de trabajo en abril. En mayo comenzó a frenarse la destrucción de empleo en la comarca coruñesa, aunque la tasa de paro es un 20,7% superior a la registrada hace un año. El mes pasado, un total 32.037 personas se encontraban sin empleo en las comarcas de A Coruña y Betanzos -29.890 en el primer caso (seis más en un mes) y 2.147 en el segundo (11 menos)-, un balance que solo supone cinco parados menos que en abril pero 5.503 más que los 26.534 contabilizados hace un año.

GALICIA

Con la ventana levantada en comercio y hostelería ya, a 31 de mayo en Galicia había 979.472 cotizaciones a la Seguridad Social, lo que supone un incremento cercano al 1% sobre el cierre del mes anterior. En Pontevedra la subida fue del 1,5%, con 5.180 afiliaciones a mayores; un 0,8% (921) en Lugo; y alrededor del 0,7% tanto en A Coruña y Ourense, con 2.902 y 689 altas, respectivamente, según los datos publicados ayer por el Ministerio de Trabajo y el de Seguridad Social. Galicia se queda justo en la media estatal (1%), por detrás de otras siete comunidades. A la cabeza se sitúan Baleares (4,3%) y Castilla-La Mancha y Extremadura, ambas con un 2,7% de ascenso. Madrid (0,4%), Navarra (0,4%) y País Vasco (0,2%) registran los comportamientos más tibios en las afiliaciones en mayo.

A pesar del giro, la factura del Covid-19 en el mercado laboral es todavía vertiginosa. Galicia tiene unos 33.000 empleos menos que en febrero y la reducción en el global del país supera los 695.000.

Quedaban al acabar el pasado mes prácticamente 3 millones de trabajadores bajo un ERTE. La inmensa mayoría, 2,6 millones, por fuerza mayor. De esa situación salieron cerca de 458.000 trabajadores a lo largo de mayo, mientras que en los ERTE por el resto de razones aumentaron los afectados en 70.094. Desde el inicio de la crisis, Xunta y Ministerio de Trabajo tramitaron en Galicia más de 36.000 expedientes con alrededor de 240.000 afectados. A 31 de mayo se mantenían en ajuste 135.630. Van, según el SEPE, 277.000 prestaciones reconocidas en Galicia entre los ERTE y el resto vinculadas a contener el impacto del Covid-19.

Con el empuje de la actividad, el paro bajó en Galicia un 0,3%, en 547 personas. El número de desempleados en la comunidad se queda en 191.082. La tendencia por provincias es muy parecida a lo sucedido con las afiliaciones. Pontevedra destaca tras un descenso del 0,7%: 562 parados menos. La disminución en A Coruña fue del 0,2% (154). En la provincia coruñesa, destaca el tirón de la construcción, sector con 306 desempleados menos que el mes anterior. Entre A Coruña y Pontevedra amortiguan la subida del paro en Lugo (0,8%) y Ourense (0,12%). Mientras los gallegos a la espera de una oportunidad laboral en la agricultura se redujeron en 93, en 106 en el caso de la industria y de 760 en la construcción -el sector más vigoroso por la vuelta a la rutina en el desconfinamiento-, en los servicios hay 198 nuevos parados y 214 en el colectivo sin empleo anterior.

El desempleo aumenta en el conjunto del país un 0,6% -26.295 parados más, hasta un total de 4,1 millones- por el incremento disparado de más del 3% en Madrid y Cataluña. Aumenta con intensidad en los dos archipiélagos -un 2,9% en Baleares y un 2,5% en Canarias- y los mejores datos de caída se dan en Extremadura (un 3,8% menos), Castilla-La Mancha (2,5%) y Murcia (2%).

La otra cara de la evolución del desempleo en Galicia viene de dos colectivos habitualmente azotados en las etapas de crisis. La bajada se concentra entre los hombres, mientras que el desempleo entre las mujeres aumenta un 0,5% (504). Sigue subiendo, un 0,6%, entre los menores de 30 años. Y un 2,1% (438 parados más) en aquellos con título universitario. Es más: toda la caída se concentra en los trabajadores con certificado de escolaridad o enseñanza obligatoria básica.

Uno de cada tres contratos (11.386) fueron para ocupaciones elementales. Es el grupo de actividad con más contratación en mayo en Galicia por delante de la hostelería, comercio y cuidado de personas (5.522).