El Gobierno de Italia ha pedido formalmente a la Comisión Europea (CE) acceder a unos 28.500 millones de euros del fondo temporal SURE para financiar medidas que limiten los efectos de la pandemia en los niveles de empleo.

El ministro de Economía, Roberto Gualtieri, y la de Trabajo, Nunzia Catalfo, solicitaron a Bruselas la activación de este plan europeo dotado con 100.000 millones de euros para reducir los efectos de la pandemia en el mercado laboral de los países.

En concreto, en la misiva el Gobierno italiano pide 28.492 millones de euros, un "importe justificado" por las medidas que Roma ha impulsado en estos meses para garantizar las rentas de los trabajadores durante la crisis del coronavirus.

"La economía italiana fue gravemente afectada por los bloqueos introducidos desde finales de febrero, eficaces para contener la difusión del virus pero con un fuerte impacto negativo en la economía y en el sistema social", alegaron los ministros.

Aunque Italia prácticamente ha concluido su desescalada tras el confinamiento, esta situación mantendrá la producción del país por debajo de los niveles normales "durante un tiempo", lo que generará "graves riesgos de desempleo".

El Gobierno de Giuseppe Conte aprobó el viernes por la noche un tercer decreto con medidas multimillonarias en apoyo de las familias y empresas más damnificadas por la pandemia, por un valor de 25.000 millones. En total los tres decretos rondan el importe de 100.000 millones. Este último paquete de medidas se centra especialmente en paliar los problemas laborales de la pandemia.

Por un lado, prorroga la prohibición de despedir a trabajadores que puedan acogerse a un ERTE otras dieciocho semanas más a partir del 13 de julio, hasta mediados del mes de noviembre.

El decreto prevé también que se congele el pago de impuestos hasta el 15 de octubre y el segundo plazo del impuesto de bienes inmuebles para aquellas actividades con mayores problemas por la pandemia como hoteles, cines, teatros o discotecas.