El importe de las facturas pendientes emitidas por los proveedores de Alu Ibérica A Coruña en lo que va de año asciende a 9,7 millones, según la información contable a la que ha tenido acceso LA OPINIÓN. Esa cantidad es el resultado de sumar 700 facturas, la más antiguas con fecha de enero y la última correspondiente al pasado 16 de septiembre. Lo compañía responde que cuando el Grupo Riesgo adquirió las plantas a mediados de abril la deuda con los proveedores ascendía a 12 millones de euros -4 de la aluminera coruñesa y 8 de la avilesina- y que a día de hoy el débito supera los 2 millones en el caso de la planta gallega y no llega a los 3 millones en la asturiana. "Hemos resuelto más de la mitad de la deuda heredada", sostiene.

Concord. En el ranking de las facturas más abultadas figura el trader (comerciante) de metales Concord Resources Limited con un importe de 256.000 euros. La fecha de ésta corresponde al 28 de febrero, cuando la propiedad de Alu Ibérica era íntegramente del fondo suizo Parter, dado que el Grupo Riesgo adquirió el 75% del capital de la compañía en abril. A este respecto la compañía explica que los anteriores gestores tenían una deuda con Concord por valor de 1,5 millones, por lo que el acreedor había iniciado una reclamación judicial en el Reino Unido. La actual dirección señala que "solventó este asunto" este mes tras alcanzar un acuerdo con Concord "que ha sido registrado ante notario aportando escrituras de garantía y que supone pactar una salida al pleito jurídico".

Autoridad Portuaria. La Autoridad Portuaria de A Coruña aparece en el listado contable al que ha tenido acceso este diario con cuatro facturas emitidas entre el 31 de enero y el 20 de agosto que ascienden a más de 300.000 euros. Grupo Riesgo sostiene que la deuda heredada de los anteriores gestores con el Puerto ascendía a 194.000 euros y que ha llegado a un "acuerdo de pagos mensuales que se está siguiendo de forma estricta".

Emalcsa.Otra entidad pública, Emalcsa, figura con trece facturas entre el 27 de abril y el 31 de agosto por más de 10.000 euros. "Es un tema resuelto, no existe ningún tipo de litigio", señala Alu Ibérica.

Repsol. El montante con Repsol supera los 275.000 euros agrupados en casi una treintena de facturas entre el 31 de marzo y el 31 de agosto. "Con Repsol, que a día de hoy continúa siendo un proveedor, no se han tenido diferencias. Las facturas que estaban impagadas cuando la nueva dirección se hace cargo en el mes de abril quedaron solventadas. La relación actual es de normalidad y siguen suministrando productos a las plantas", señala.

Hycast. La factura más abultada se corresponde con la firma Hycast, por un importe de un millón de euros, pero ésta es muy reciente porque data del pasado 16 de septiembre: el motivo de ello es el contrato anunciado la semana pasada por Alu Ibérica para "implantar tecnología de fundición de última generación" con esta empresa filial del gigante noruego del aluminio, una operación de 9,7 millones. "Este dato sobre Hycast es incorrecto", señala la compañía. "Tal y como rige el acuerdo, en el mismo momento de la firma Alu Ibérica desembolsó el 20% del importe vía transferencia de cada planta como primer pago, tal y como estaba pactado en el contrato", explica. "Hycast no hubiera permitido salir en prensa con la noticia si no hubiéramos cumplido con las responsabilidades de pago", añade.

Panadería. La factura más pequeña que figura en el listado, de 1,44 euros, responde a una empresa catalana de rodamientos. Entre unas y otras suman 700 facturas de importes variopintos y por conceptos de lo más diverso, incluso de una panadería. De los 9,7 millones que aparecen en la mencionada relación contable, en torno a 4,2 millones se corresponden con facturas que, por su fecha de emisión (junio, julio o agosto de 2020) aún podrían ser pagadas dentro del plazo de 90 días que Alu Ibérica ha tratado de generalizar entre sus proveedores de bienes y servicios. Los 5,4 millones restantes estarían fuera de ese plazo. En este sentido, la compañía recalca que la empresa ha alcanzado acuerdos con proveedores para garantizar los pagos pendientes "de manera viable". "Se trata de una práctica empresarial común cuando llega un nuevo equipo gestor para reflotar una compañía", continúa.

Producción.Los proveedores coruñeses y gallegos de Alu Ibérica son, en gran parte, los mismos que durante años colaboraron con Alcoa. Los proveedores de productos y servicios de Alu Ibérica que cobran a 90 días son los más afortunados dentro del grupo de acreedores donde también hay empresas que llevan meses reclamando facturas de miles de euros. Otros, como relata un empresario consultado por este diario, han logrado renegociar un calendario de pagos a partir de septiembre después de "muchas llamadas". El pasado 3 de julio, el presidente del comité de empresa, Juan Carlos López Corbacho, llegó a afirmar que los trabajadores "temen por la producción" al asegurar que "los proveedores no aparecen" para reparar los hornos de la fundición "porque no se fían del Grupo Riesgo". "Estas declaraciones no se ajustan a la realidad: los proveedores funcionan con normalidad y suministran sus productos en las plantas", apunta la dirección.

Avilés. Según el periódico LA NUEVA ESPAÑA, en el caso de la fábrica de Avilés, gemela de la de A Coruña y también propiedad desde abril del Grupo Riesgo, ésta adeudaba a fecha 31 de agosto 5,51 millones de euros. Según publica el diario, varias de las empresas comarcales a las que Alu Ibérica dejó de pagar puntualmente sus facturas al hacerse cargo de la compañía Grupo Riesgo se han visto obligadas a emprender acciones judiciales al objeto de cobrar deudas que en el peor de los casos supera los 400.000 euros. "No hemos tenido más remedio que reclamar judicialmente la deuda, porque los intentos amistosos que hemos llevado a cabo para cobrarla han sido infructuosos. Veremos ahora cuándo y cuánto dinero logramos recuperar", manifestó al mencionado periódico -previa petición de confidencialidad- el gerente de una de las empresas acreedoras de Alu Ibérica, líder en su sector. Esta y otras empresas han seguido el camino que que tomó la Autoridad Portuaria de Avilés con respecto al impago de 139.000 euros en concepto de tasas y cánones: abrir la vía ejecutiva para cobrar, señala la información.Solo que las empresas privadas, a diferencia de las entidades de Derecho Público, deben pleitear en el ámbito de la jurisdicción civil. "En nuestro caso tuvimos discrepancias sobre los términos del contrato y los nuevos gestores de Alu Ibérica decidieron extinguirlo. Sobre eso, nada que objetar, están en su derecho. Pero lo que no esperábamos es que se negaran a pagarnos el dinero que debían. Vista su actitud, tuvimos que meterlo en el Juzgado", explica al diario un empresario asturiano.