Los números rojos acucian a la familia Villar Mir. Ferroglobe -participada al 53% por el Grupo Villar Mir, GVM- cerró el último ejercicio anual con unas pérdidas de 258 millones de euros. La constructora OHL perdió 143 millones en el mismo periodo -al cierre de 2019 GVM poseía el 35%- y la Inmobiliaria Espacio, sociedad cabecera del holding, se dejó 308 millones. Con este panorama, los Villar Mir ruegan más tiempo a sus acreedores para evitar la quiebra e incluso han tenido que vender el yate que solían atracar cada verano en Menorca y Grecia, detalla El Confidencial.

A final de este mes vence un crédito de 129 millones de euros que el grupo pidió a OHL cuando dominaba la constructora y en noviembre debe hacer frente a 365 millones que adeuda al fondo de Mónaco Tyrus Capital. Al mes siguiente, más plazos de pago: 115 millones de euros que el clan Villar Mir debe pagar a Credit Suisse, Société Générale y Crédit Acricole, una deuda para la que la banca ya le dio una prórroga de seis meses el pasado verano. En septiembre venció otro crédito, de 73 millones, con Banco Santander.

Los 170 millones que GVM se embolsó con la venta de Ferroatlántica Cee-Dumbría dieron para poco. Villar Mir busca maneras de sanear sus cuentas para evitar el concurso de acreedores que acecha al holding.