La multinacional americana Alcoa podrá detener la producción de su planta de aluminio de San Cibrao y ejecutar el despido colectivo planteado para sus 524 trabajadores, pero deberá mantener las cubas electrolíticas en funcionamiento -lo que según el comité de empresa requerirá conservar al 90% de la plantilla-. Así lo comunicó ayer el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG) a través de un auto en el que estima parcialmente las medidas cautelares que solicitaron los sindicatos CCOO, UGT y CIG, que seguirán peleando para que el ERE se declare nulo. Los jueces consideran que intervenir la factoría mientras no hay sentencia firme sobre el ERE (expediente de regulación de empleo) sería una medida "desproporcionada". La empresa se limitó ayer a indicar que acata el fallo y que lo está "analizando".

E Mantener latente el 'corazón' de la última planta de aluminio. La Sala de lo Social del TSXG ordena a Alcoa que se abstenga de "llevar a cabo cualquier actuación dirigida a hacer efectiva la parada de las cubas" en San Cibrao. La factoría de Cervo (Lugo) es la última que fabrica aluminio primario en todo el país y las cubas de electrólisis son el corazón de la planta. Por eso, la resolución judicial (de 69 páginas) señala que "deviene imprescindible" mantener la instalación en condiciones de retomar la producción "en el caso hipotético de la inmediata readmisión que se derivaría de una declaración de nulidad del despido colectivo", puesto que el apagado de la electrólisis "aun no siendo un proceso irreversible, se ofrece complejo, costoso y dilatado en el tiempo, acarreando, en suma, graves perjuicios a los trabajadores". Alcoa apagó las cubas en A Coruña y Avilés en febrero de 2019, meses antes de deshacerse de ambas plantas (ahora Alu Ibérica).

E Que la SEPI tome el control ahora, una medida "desproporcionada". La Sala de lo Social rechaza cualquier actuación por parte del Estado en la planta porque la representación del Ministerio de Industria manifestó que consideraba "desproporcionada la administración o intervención judicial" de la factoría. De este modo, niega la que era "la pretensión principal de los sindicatos demandantes" -dice el auto-, que pedían que la SEPI tomase el control el tiempo que dure el proceso de impugnación del despido colectivo, hasta que se dicte sentencia firme.

E Los sindicatos insisten en pedir la intervención pública.?CCOO, sindicato mayoritario en la factoría aluminera de A Mariña, volvió a exigir ayer "la intervención pública" del complejo industrial". También la CIG urgió la "nacionalización" de la planta. "El Gobierno no puede esperar más para actuar", considera el secretario xeral, de la central sindical, Paulo Carril, a la vista del auto. "El fallo supone un serio revés para la dirección de Alcoa", valoró UGT. Los tres sindicatos principales celebraron la orden de mantener las cubas activas.

E El comité augura despidos "mínimos" e invita a la empresa a "sentarse a negociar la venta".? El presidente del comité de empresa de Alcoa, José Antonio Zan, valoró el fallo como "muy satisfactorio" e invitó a la dirección de la empresa a "sentarse a negociar la venta" de la planta. De acuerdo con los cálculos del comité, de ejecutarse los despidos "serían una parte mínima", ya que estima que en torno al 90% de la plantilla es precisa para mantener en funcionamiento las cubas. Zan lamenta "la sinrazón" de un ERE que tacha de "fraudulento" e insiste en la necesidad de que fructifique la venta a Liberty House.

E Reyes Maroto: "Es un éxito sin precedentes". La ministra de Industria, Reyes Maroto, celebró la resolución judicial como un "éxito sin precedentes" para los trabajadores. "Desde el Gobierno siempre hemos trabajado por el acuerdo y seguimos tendiendo la mano a Alcoa para buscar soluciones para la planta de San Cibrao", defendió.

E La Xunta espera que la multinacional "recapacite". El Gobierno gallego espera que el fallo suponga un "punto de inflexión" que sirva a Alcoa para "recapacitar" y que acceda así a la venta.