España mantiene con el Reino Unido unos vínculos comerciales (especialmente en los sectores turístico, agroalimentario y del automóvil) y financieros (fundamentalmente de inversión extranjera directa en los sectores financieros y de telecomunicaciones) "relativamente elevados" en comparación con otras grandes economías de la Unión Económica y Monetaria (UEM), indica el organismo que dirige Pablo Hernández de Cos en el artículo 'Brexit: situación y consecuencias económicas' publicado este viernes. Además, los británicos "siguen siendo" los principales compradores extranjeros de vivienda en España con un 14% de las compraventas no residentes en 2019. Esto hace que el efecto de la ruptura pueda ser significativo para España.

Según las simulaciones del supervisor, el impacto del Brexit sobre la economía británica se sitúa entre el 1,5% y el 3%, mientras en la UE oscila entre el 0,1% y el 0,4%, aproximadamente, en el horizonte 2022. Por países, añade el organismo, el efecto será heterogéneo "dependiendo de la exposición comercial de cada uno". Sin embargo, añade, el análisis no incluye "los posibles efectos adversos que el Brexit podría causar en la confianza y en al incertidumbre", acrecentado en el contexto actual de "debilidad" económica como consecuencia de la pandemia. Por ello, el supervisor aboga por "alcanzar un acuerdo, con la mayor brevedad posible" para "construir unas nuevas relaciones comerciales de amplio alcance entre las dos áreas".

Las exportaciones españolas de bienes y servicios dirigidas a Reino Unido ascendieron al 9,6% del total en 2019, lo que supuso el 3,4% del PIB. "Esta exposición comercial, que es inferior a la que mantiene el conjunto de la UEM, es superior a la que presentan Alemania, Francia o Italia", añade el artículo, que destaca el peso de las exportaciones turísticas españolas, que suponen cerca de un 1,2% del PIB. Entre 2015 (año previo al Brexit) y 2019 el peso de las exportaciones españolas de bienes y servicios al Reino Unido aumentó cerca de 0,1 puntos porcentuales con el turismo como “principal” responsable con un incremento de su peso en el PIB próximo a 0,1 puntos porcentuales.

En 2019 Reino Unido continuó siendo el principal mercado emisor para la economía española, suponiendo un 21% de las entradas totales de turistas y un 19% del gasto, porcentajes "ligeramente inferiores" a los registrados en 2015, como consecuencia del proceso de diversificación geográfica del turismo y la recuperación de algunos destinos competidores del Mediterráneo.

En exportaciones de bienes al Reino Unido, España ha reducido su peso en el PIB en los últimos años hasta el 1,6% -representaron el 6,8% del total de exportaciones de bienes en 2019-. Así, el país de Boris Johnson es el quinto destino más relevante para la economía española por tamaño (era el cuarto en 2015) por detrás de Francia, Alemania, Italia y Portugal, debido a la disminución de empresas españolas que exportan a Reino Unido (se han reducido en 0,2 puntos porcentuales entre 2015 y 2019, hasta el 11%) y el bajo dinamismo de las ventas de la automoción y de algunos alimentos en los últimos años, según el Banco de España.

Las exportaciones españolas de servicios no turísticos al mercado británico supusieron en 2019 un 11% del total (0,8 puntos porcentuales más que en 2015) y un 0,6% del PIB. En este ámbito, destacan las ventas al exterior de servicios de telecomunicaciones y servicios financieros, "fruto de la implantación en el Reino Unido de multinacionales españolas de ambos sectores", dice el supervisor. También en el ámbito financiero, las relaciones entre Madrid y Londres en forma de inversión exterior directa "superan ampliamente, en porcentaje de PIB, a las de Alemania, Francia e Italia", indica el informe. Especialmente relativas al ámbito de las telecomunicaciones y financiero, supusieron un 9% del PIB en 2019, "lo que convierte a esta economía en el segundo destino más relevante para nuestro país por tamaño tras Estados Unidos". Las inversiones directas británicas en España suponen en torno al 6,5% del PIB, según el FMI.

El impacto que tendrá el Brexit en la economía española "dependerá de estas exposiciones directas", asegura el supervisor, "pero también del resultado final de las negociaciones aún en curso, sobre las que persiste una notable incertidumbre". No obstante, será "muy heterogéneo" a escala "regional y sectorial". En el ámbito comercial, por ejemplo, un reciente estudio del Banco de España indicaba que Murcia, la Comunidad Valenciana, Galicia y Aragón serán las regiones "más vulnerables a un escenario adverso hipotético" en el que hubiera aranceles bilaterales equivalentes al promedio de la OMC (7%) debido al peso relativo en las exportaciones de estas regiones al mercado británico y su especialización en productos "agroalimentarios, textiles y automóviles", aunque el impacto "podría verse amortiguado" por la diversificación geográfica de las empresas.

Por otra parte, tanto la actividad turística como las inversiones en segunda vivienda de residentes británicos se encuentran muy concentradas en el litoral mediterráneo y las islas que "serían las más vulnerables a desarrollos potencialmente adversos a las negociaciones en curso".