La cumbre de jefes de gobierno de la UE consumó ayer el compromiso de marcar un objetivo más ambicioso de reducción de emisiones de CO2 para 2030: pasar de un recorte del 40% respecto a los niveles de 1990 al 55% o más. El acuerdo satisface las aspiraciones del Ejecutivo español, partidario de dar mayor velocidad a la descarbonización para alcanzar la neutralidad climática en 2050. La patronal siderúrgica Unesid había planteado suavizar los objetivos por la caída intensísima de la demanda debido a la crisis asociada a la pandemia.

Futuro para As Pontes

La portavoz del BNG, Ana Pontón, exigió ayer en el Parlamento a la Xunta salvar los casi 2.000 empleos que dependen de la central térmica de Endesa en As Pontes. “Parece que lo que entienden por transición justa consiste en elegir entre emigrar o ir al paro”, lamentó, y apeló a los biocumbustibles.