La Xunta recibió ayer la confirmación de que la dirección de Alu Ibérica celebrará una reunión con responsables de la Dirección General Relaciones Laborales para acercar una solución al conflicto en la planta coruñesa. La empresa acepta de este modo la oferta de mediación lanzada hace unos días por el Gobierno autonómico con el fin de acercar posturas.

El encuentro se producirá en los próximos días. Será la segunda reunión en la que se espera consolidar la vía del diálogo y posibilitar una mesa de negociación a corto plazo en la que estén representadas la dirección y el Comité de Empresa de Alu Ibérica.

Mientras llega esta reunión, los trabajadores de la antigua Alcoa secundaron ayer su undécimo día de huelga. Los empleados volvieron a insistir en la puerta de la empresa en denunciar que la dirección de la compañía quiere desmantelar las planta y en reclamar la readmisión de la empleada despedida el pasado 17 de diciembre.

El comité de empresa considera que Alcoa está entorpeciendo la labor sindical y se está atentando contra los derechos laborales de toda la plantilla. Acusan a la compañía de querer desmantelar la factoría coruñesa obteniendo el mayor beneficio posible.

También destacan que detrás del despido y las intimidaciones está la intención de la dirección de externalizar el servicio para conseguir un mayor rédito económico.

CCOO de Industria exige una vez más la readmisión de la empleada despedida por Alu Ibérica, hecho que desencadenó una serie de acusaciones entre trabajadores y empresa que todavía continúa. El sindicato asegura que las prácticas de la firma muestran una actitud “irresponsable y ruin” y la acusa de “intimidaciones constantes” que ponen en riesgo su futuro industrial.

La empleada, según CCOO, llevaba 30 años realizando su labor en la empresa “sin haber tenido ningún tipo de problema” y el despido “vulneró sus derechos” al no respetar “el procedimiento legal” para estos casos. “Detrás de este despido se encuentra la intención de la dirección de la empresa de externalizar el servicio para conseguir un mayor lucro sabiendo que su contrato de compraventa con Parter le impide realizar ningún despido excepto en el caso de los disciplinarios”, argumenta CCOO en una nota.

El comité de empresa, al conocer lo ocurrido, se desplazó a las oficinas a pedir explicaciones y asesorar a la trabajadora, según explica el sindicato, que apunta que la dirección respondió de forma “autoritaria y agresiva”.