A cierre del pasado mes de enero, más de 21.000 autónomos gallegos estaban bajo el abrigo parcial del Estado, a través de la prestación extraordinaria para digerir el impacto de la pandemia. Si un colectivo ha sufrido con más crudeza el zarpazo económico del COVID, ha sido éste, que cuenta en Galicia con más de 207.000 efectivos. El escenario ya era complejo mucho antes: cerca de 38.000 negocios ya estaban en números rojos cuando un virus de impacto global era solo un argumento de película. Equivale a casi dos de cada diez profesionales autónomos gallegos en activo, de acuerdo a los datos oficiales de la Agencia Tributaria (Estadística de rendimientos de actividades económicas), analizados por este diario. Pese a todo, y ante una crisis económica de duración incierta, la cifra de trabajadores por cuenta propia que ha decidido pagar una cuota superior a la mínima (de 289 euros mensuales, a día de hoy) ha crecido, al revés que en el conjunto del Estado. Asciende ya a 32.700 personas, el 25,5% del total. En ninguna otra comunidad autónoma se registran cifras tan elevadas. Y tiene una explicación fundamental: la pensión de jubilación.

De promedio, a los jubilados del régimen general (asalariados) se les reconoció en 2020 una paga de alta de 1.405 euros; a los del régimen de autónomos, de 824 euros. Y, además, el ecosistema del empleo por cuenta propia en Galicia refleja que se trata de un colectivo más envejecido que la media nacional, que está más próximo, por tanto, al retiro de su vida laboral. De ahí que, lejos de replegar esfuerzos económicos y achicar la cuota mensual, los autónomos gallegos hayan echado el resto el año pasado, como constatan las cifras oficiales del Ministerio de Trabajo. Hay otra variable que lo demuestra, y es la tasa de supervivencia de los negocios. Hay 84.694 autónomos que llevan cotizando como tales desde hace más de cinco años, cantidad que también ha crecido. Por contra, la pérdida de profesionales se cebó con los novatos, los que llevaban menos de un año pagando las cuotas a la Seguridad Social. En esta franja se perdieron más de 2.000 afiliados.

Según la última encuesta de la Federación Nacional de Asociaciones de Trabajadores Autónomos (ATA), un millón de profesionales en toda España han cifrado sus pérdidas por encima de los 30.000 euros. Es más, otros 300.000 prevén cerrar a lo largo de este año por “encontrarse con serias dificultades para poder continuar con su negocio”. Para el presidente de ATA, Lorenzo Amor, 2020 “ha sido un año horrible para miles de autónomos que han tenido que reducir sus plantillas, tener pérdidas de las cuales no saben si se va a recuperar y, en ocasiones, tener que echar el cierre en la ruina más absoluta”. Amor volvió a reclamar esta semana un plan urgente con ayudas directas.

El teletrabajo se ha multiplicado por 5 en A Coruña, según la CEC

La Confederación de Empresarios de A Coruña (CEC), en colaboración con Abanca, celebró ayer una jornada sobre las herramientas de trabajo colaborativo en la nube para almacenamiento de datos, gestión y redacción de proyectos y comunicación entre equipos. El presidente de la patronal coruñesa, Antonio Fontenla, destacó que es fundamental avanzar en estas fórmulas de productividad en remoto en un contexto de pandemia, donde la opción de teletrabajo se ha multiplicado por cinco. “El trabajo en remoto es uno de los cambios que perdurará una vez haya pasado esta crisis sanitaria” , afirmó Fontenla, por lo que instó a los empresarios a formarse en nuevas competencias en un escenario incierto y cambiante.