La integración del grupo vasco de telecomunicaciones Euskaltel (dueño de la marca gallega R) en el operador MásMóvil supondrá —de prosperar, como es previsible que ocurra, la opa amistosa lanzada por el segundo sobre el primero— la unión de los dos actores más dinámicos del mercado de las telecomunicaciones en España. La oferta de compra de MásMóvil a los accionistas de Euskaltel implica además una nueva vuelta de tuerca en la propiedad del grupo al que pertenece R, que podría acabar por desligarse de Galicia por completo a nivel accionarial. Con el apoyo de los principales actores (Zegona, Kutxabank y la familia March) ya asegurado, MásMóvil se acerca ahora a Abanca y otros accionistas minoritarios con el objetivo de ampliar la compra hasta el 75% del capital. El banco que preside Juan Carlos Escotet posee casi el 5% de Euskaltel (4,48%), como último cordón umbilical que liga el capital del grupo de R con Galicia.

R siempre ha hecho bandera de su galleguidad y sigue haciéndolo a nivel de marca. A nivel de empresarial, hace tiempo que la firma que nació en 1998 como el Operador Gallego del Cable (vinculada a Gadisa, Hijos de Rivera y Caixanova entre otras firmas) dejó de ser gallega. En 2010 el fondo de capital riesgo británico CVC Capital Partners se hizo con el 70% del capital (Caixanova mantuvo el 30% restante). Cinco años más tarde, en 2015, la operadora vasca Euskaltel compró el 100% la firma de origen gallego. A su vez, el fondo —también británico— Zegona pasó a considerarse el dueño del grupo Euskaltel hace dos años, cuando se situó como primer accionista.

Actualmente Zegona posee el 21,4% de Euskaltel. El banco vasco Kutxabank es el segundo accionista con el 19,9%y la Corporación Financiera Alba (Grupo March) es el tercero con el 11%. Los tres suman más de la mitad del accionariado (el 52,3%) y ya han comunicado que están dispuestos a vender. Pero la oferta pública de adquisición (opa) que MásMóvil ha lanzado sobre Euskaltel (por valor de 2.000 millones por el 100% de la compañía) está condicionada a lograr la aceptación de al menos un 75% más una acción del capital.

Por eso el cuarto operador de telecomunicaciones español se está acercando esto días a los otros cinco accionistas relevantes. Esto es, Abanca (4,48%) y otros cuatro (Capital Research, con el 5,3%; Capital Income, 5%; NN Group, 5%; y CIAM 3,4%). Si MásMóvil logra que todos ellos le vendan sus acciones, se hará con el 75,4% del grupo Euskaltel y habrá logrado su objetivo. El 24,6% restante del capital está desperdigado entre pequeños accionistas, que también pueden aprovechar la operación para vender.

Por el momento, Abanca no ha desvelado sus cartas. La eventual venta de sus acciones disiparía el peso simbólico de Galicia en el accionariado de Euskaltel.

Una operación estratégica

Para MásMóvil, Euskaltel es un grupo complementario por su fuerte implantación en sus territorios de origen (Galicia con la marca R, País Vasco con la marca Euskaltel y Asturias con la marca Telecable). También por su tipo de clientes: el grupo vasco aporta cartera de clientes empresariales amén de residenciales, en los que es fuerte MásMóvil. Y además, son complementarios en redes, que en el caso de MásMóvil son propias en el caso de 14 millones de conexiones a hogares aunque cuenta con otros 12 millones de otros operadores. Euskaltel tiene 2,5 millones de accesos de cable. Precisamente la red de cable de R es un activo que el nuevo dueño podría vender o alquilar, cuestión que ya se planteaba el grupo.

MásMóvil, que maneja siete marcas, tiene posicionadas sus enseñas para cubrir los distintos segmentos del mercado, desde el premium al bajo coste puro y duro. Las marcas regionales de Euskaltel se sitúan en el primero de ellos y Virgin será resituada dentro del espectro de referencias comerciales de MásMóvil.

Ambos grupos aumentaron sus ingresos minoristas en el cuarto trimestre en tasa interanual hasta representar el 8,5% (MásMóvil) y el 2,7% (Euskaltel) del total del mercado, mientras que los tres principales operadores (Movistar, Vodafone y Orange) redujeron sus ingresos del cliente final entre 2,3 y 3 puntos, según un informe de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) difundido el pasado día 25.

La suma MásMóvil (cuarto operador) y Euskaltel (quinto) consolidará al primero con una cuota de mercado de 11,2%, con lo que recortará su distancia del tercero (Orange, filial de France Telecom), del que se quedará a 4,7 puntos porcentuales. MásMóvil es el operador de mayor crecimiento en banda ancha fija y en telefonía móvil desde 2018, según la CNMC, aunque la tendencia procede de 2016.

MásMóvil, que ha protagonizado una intensa carrera de adquisiciones de compañías en el sector (siete desde 2015, a las que podría sumarse Euskaltel), estuvo sopesando un acercamiento en los últimos meses a Vodafone, pero, aunque ese objetivo no ha sido oficialmente descartado ni desmentido, priorizó la operación amistosa con el grupo norteño, el único existente en España con marcas de identidad e implantación regionales (Euskalel, R y Telecable) y que había emprendido una estrategia de desarrollo nacional con la enseña Virgin Telco desde febrero de 2020.

Preocupación por el empleo

UGT ha enviado una carta a la dirección ejecutiva de MásMóvil en la que solicita que también garantice la totalidad del empleo en Galicia y Asturias, donde el grupo opera bajo las marcas R y Telecable respectivamente.

El sindicato pide que la garantía de no ejecutar un ERE (expediente de regulación de empleo) durante al menos cinco años a Euskaltel sea “firme y extensible de manera inequívoca” a R y Telecable (con 120 trabajadores), “asegurando fehacientemente, el 100% del empleo” en Galicia y Asturias.

MásMóvil planea completar la integración en un plazo de seis meses y excluir a Euskaltel de la Bolsa

MásMóvil aspira a culminar la integración con el grupo Euskaltel en seis meses (en torno a septiembre) si sale adelante la opa y si recibe las autorizaciones legales. La pretensión es excluir a Euskaltel de la Bolsa, como ya hizo la propia MásMóvil, que cotizó en el MAB (actual BME Growth, un segmento de la Bolsa enfocado a empresas medianas en expansión), luego en el mercado continuo y finalmente formó parte del Ibex-35 hasta que dejó el parqué. Para MásMóvil la inversión en Euskaltel es un “proyecto de largo alcance” y una apuesta estratégica. El proyecto que tenía muy avanzado Euskaltel para agrupar sus activos de redes en una sociedad filial y vender el 49% a un socio va a ser analizado por el comprador antes de tomar una decisión al respecto. El objetivo de la operación era generar recursos para impulsar la expansión de Euskaltel y también para renovar y modernizar su red de cable en Galicia, País Vasco y Asturias con la incorporación de fibra óptica hasta sus 2,5 millones de clientes.

La anexión de Euskaltel, como las anteriores realizadas por MásMóvil, responden a una estrategia de crecimiento y concentración en un mercado español con más de 20 marcas (en Europa hay una media de 16 por país) y cuando en China y EEUU apenas hay tres operadores. Europa, y más España, son mercados del altísima competencia. La facturación del sector cayó el 33% en 12 años y que en 2020, pese a que se disparó el consumo, los ingresos se redujeron el 6%.

La compañía promete invertir en fibra y 5G en Galicia, Asturias y País Vasco

MásMóvil es una compañía española promovida en 2006 por el emprendedor austriaco afincado en España Meinrad Spenger (Knittelfeld, 1975), que lleva 16 años al frente del grupo. Oficialmente, es una empresa vasca. Se creó y tiene su sede social en San Sebastián, aunque su sede operativa está en Madrid. El accionariado está dominado desde diciembre por el fondos de inversión británico Cinven y los estadounidenses KKR y Providence. Entre los minoritarios están Spenger y su equipo, la familia vasca Ibarra Careaga y los inversores residentes en San Sebastián José Poza y Josep María Echarri.

MásMóvil se compromete a acometer planes inversores en el despliegue de red de fibra y de la tecnología 5G para móviles en Galicia, País Vasco y Asturias para disponer de redes propias y reducir al máximo su dependencia de terceros, lo que para el grupo se trata de un factor “estratégico”. La cuantificación de las inversiones no ha sido hecha pública. Claro que entre los planes podría haber también desinversiones, con la posibilidad de vender o arrendar red de cable a otros operadores, una operación que ya evaluaba el grupo en los últimos años. El compromiso de mantener las sedes de País Vasco y A Coruña, así como el centro de Gijón, era condición ineludible para el apoyo del Gobierno de Vitoria. El Ejecutivo vasco sopesó en 2019 entrar en el accionariado de Euskaltel y esta semana ha puesto sobre la mes que “se continuará valorando si es posible” tras la compra por parte de MásMóvil.