La propuesta para establecer un impuesto mínimo global para las multinacionales sigue ganando enteros desde que Estados Unidos abrazara sin matices la idea a principios de esta semana. El G-20, cuyos países representan el 90% del producto interior bruto mundial, mostró ayer su confianza en que pueda alcanzarse un acuerdo a mediados de año, el objetivo que se fija la Organización para la Cooperación y el Desarrollo (OCDE), que lidera los grupos de trabajo en los que participan 140 países.

“Lo que estamos viendo este año es una aceleración del proceso y el G-20 espera alcanzar un acuerdo en julio”, afirmó el ministro de Finanzas italiano, Daniele Franco, al término de los dos días de reunión del organismo. La iniciativa cobró fuerza desde el comienzo de la pandemia ante la necesidad de los gobiernos de todo el mundo de ampliar su base fiscal para hacer frente a la crisis y reconstruir sus cuentas públicas una vez se supere la fase más crítica de la emergencia sanitaria.