La británica Liberty House tiene competencia en su objetivo de quedarse con la producción de aluminio primario en San Cibrao. La última fábrica de este metal que Alcoa mantiene en España de las diez que adquirió en 1998 al privatizarse Inespal tiene otros cinco posibles compradores. La multinacional americana comunicó ayer que acepta negociar directamente la venta de la planta con los candidatos que le diga la SEPI (Sociedad Estatal de Participaciones Industriales). Hay seis grupos industriales interesados.

Alcoa se abre a “entablar conversaciones directas” con “los candidatos proporcionados por la SEPI”, los aspirantes que, según indicó la multinacional, “podrían estar interesados en adquirir la planta de aluminio de A Mariña una vez se complete la venta” a la sociedad dependiente del Ministerio de Industria.

Responsables de la empresa mantuvieron ayer una nueva reunión con representantes de los trabajadores, a los que propusieron suspender la huelga y mantener la paz social durante otros dos meses, “para avanzar en la negociación de la venta de la planta de aluminio a SEPI”. El comité de empresa valoró este paso y cifró los compradores interesados en seis, sin concretar nombres.

E José Antonio Zan: “No podemos permitir que nos pase como a los compañeros de A Coruña”. El presidente del comité de San Cibrao, José Antonio Zan, insistía ayer en la necesidad de la SEPI triangule la operación. “No podemos permitir que nos pase como a los compañeros de A Coruña y Avilés”, afirmaba en relación a las dos fábrica que Alcoa vendió en 2019 de forma supuestamente fraudulenta, según a causa que juzgará el jueves la Audiencia Nacional. Los trabajadores coruñeses aspiran a que los jueces anulen la venta y la planta vuelta a Alcoa, de forma que esta se haga responsable de buscar un nuevo comprador. De ser así, la suerte que corra San Cibrao podría afectar también al futuro industrial de A Coruña.

De momento los sindicatos mantienen suspendida la huelga en San Cibrao para facilitar las negociaciones de venta.

Plantón de la multinacional en una reunión con Trabajo sobre el ERE de A Coruña y Avilés

El Ministerio de Trabajo convocó el pasado lunes una reunión con el fin de mediar entre los dos comités de Alu Ibérica (A Coruña y Avilés) y la multinacional Alcoa, pero no tuvo lugar ante la ausencia de representantes de la delegación española de la multinacional aluminera norteamericana. La idea de la directora general de Trabajo, Verónica Martínez Barbero, era sentar en la misma mesa a las dos partes enfrentadas a cuenta del acuerdo de enero de 2019 (previo a la venta). Entonces, Alu Ibérica no existía porque la multinacional norteamericana había manifestado su deseo de cerrar sus plantas de A Coruña y Avilés y de despedir, consecuentemente, a todos sus trabajadores. Fruto de la negociación entre las dos partes, la multinacional cambió de idea y puso a la venta las fábricas. “Y después se revendieron, cosa que no figuraba en el acuerdo, como Alcoa señaló varias veces”, insiste el comité de empresa. Alcoa afirma que recibió la convocatoria pero que desde julio de 2019 las plantillas alumineras de A Coruña y Avilés “no pertenecen al Grupo Alcoa Inespal”. “Por tal motivo, notificamos al Ministerio que no íbamos a acudir a dicho encuentro”, señaló una portavoz de la compañía. Los trabajadores sostienen que, dado que las fábricas se vendieron y luego se revendieron y que esa posibilidad se consideraba prohibida en el acuerdo, el problema vuelve a Alcoa.