El precio medio de la electricidad en el mercado mayorista se abarata para hoy un 4,7%, hasta los 101,52 euros por megavatio hora (MWh), con respecto al récord histórico que marcó el miércoles, según los datos difundidos por el Operador del Mercado Ibérico de la Electricidad (OMIE). A pesar de este descenso, que equivale a 5 euros comparado con el de ayer, el precio de la electricidad sigue superando la cota de los 100 euros/MWh y se convierte en el tercero más alto desde que hay registros.

Por franjas horarias, el precio fijado para mañana llegará incluso a alcanzar un máximo de 106,04 euros/MWh, mientras que el mínimo bajará de los 100 euros y se situará en 95,75 euros/MWh. Desde que hay registros, la electricidad alcanzó ayer el precio más alto en el mercado mayorista, donde los productores de electricidad casan sus ofertas para el día siguiente y se fijan los precios para cada hora de ese día.

Los precios del gas, utilizado en los ciclos combinados, y de los derechos de emisiones de CO2 están detrás de los altos precios. La ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, ya auguró ayer que se van a manejar horquillas de precios altos en la electricidad porque las señales que vienen de las materias primas en los mercados internacionales se mantienen elevadas a medio plazo.

Ribera remitió el pasado 29 de junio una carta al vicepresidente de la Comisión Europea (CE), Frans Timmermans, en la que reclama una revisión del diseño de los mercados de la energía para asegurar el éxito de la transición energética. La ministra remarca en la misiva que los mercados no solo deben asegurar una asignación eficiente de recursos y las señales de precios adecuadas, sino también, “y muy especialmente, una justa y equitativa distribución de los beneficios asociados a la transformación del mix de generación”. A pesar de que en tres años las plantas de energía de combustibles fósiles pasaron del 25% a entre el 10% y el 12% de la producción, la rápida subida del precio de los derechos de emisiones de CO2 está teniendo un gran impacto en las facturas de la luz (en España se paga la luz más cara de Europa), “con efectos regresivos sobre los consumidores y amenazando la transición energética”.