El segundo año de pandemia ha puesto contra las cuerdas a 5.862 empresas. Son las compañías que se declararon en concurso de acreedores en 2021, según los datos del registro mercantil que ha recabado la firma analítica Informa. La suma indica que estos procedimientos previos a la quiebra se dispararon un 34% el año pasado en relación a 2020 y que ya hay un 30% más que antes del COVID. Iberinform, otra compañía del sector, publicó también ayer su análisis, que elaborado a partir de datos del Boletín Oficial del Estado (BOE) llega a una conclusión parecida: según ellos 6.051 empresas se declararon insolventes en 2021, un 37% más que el año anterior.

Sea en base a una fuente o a otra, “los datos reflejan un incremento de los niveles de concursalidad”, sintetiza este segunda compañía en un comunicado. Y eso que, tal como recuerda la firma, en España se activó prácticamente al principio de la pandemia un escudo legal que libra a los empresarios de la obligación de declarar el concurso cuando se saben insolventes. Esta moratoria estará vigente hasta el 30 de junio, un movimiento que se relaciona con la voluntad del Gobierno de ganar tiempo para aprovechar su nueva ley concursal, pensada en teoría para reducir las insolvencias que se traducen en cierres. Aun así, el tejido espera igualmente un alud de concursos una vez caiga el escudo.

Sobre todo porque, de momento, el incremento sigue siendo menos drástico de lo que se preveía. “La percepción del sector es que podría ser mucho peor: en una situación de crisis, por mucho que apliques atenuantes como la moratoria, los ICO o las ayudas directas, la magnitud de la afectación de la economía es superior [a esos escudos]”, afirma el abogado miembro del ICAB Martí Batllori.