La multinacional Alcoa reconoce que su refinería de alúmina en San Cibrao -Cervo (Lugo) sigue generando unas pérdidas significativas en este momento como consecuencia del elevado precio del gas en el mercado, pero también aclaró que la fábrica “tiene flexibilidad técnica para ajustar su producción”.

Así lo comunicó la propia compañía después de la reunión que mantuvieron sus representantes ayer en Madrid con los enviados por el comité de empresa, entre los que estaba su presidente, José Antonio Zan, para informar a los trabajadores sobre la situación actual del mercado internacional y de la refinería de alúmina.

“La compañía ya anunció una reducción de su producción entre un 50 y un 60% de los 1,6 millones de toneladas de su capacidad anual para reducir parte de las pérdidas en que está incurriendo”, precisó la empresa en un comunicado. En todo caso, precisó que “la refinería tiene flexibilidad técnica para ajustar su producción, como ya ha hecho en otras ocasiones por motivos operativos o de mercado”. Por ello, informó de que “a partir del 1 de octubre, el ritmo de producción va a ser de 2.200 toneladas diarias, manteniéndose dentro de los límites anunciados a finales de julio”.

Aclara, en cualquier caso, que a “dicho nivel de producción, la refinería” seguirá “generando un margen negativo significativo o pérdida por cada tonelada de alúmina producida”.

Por otra parte, Zan valoró los casi 30 millones que recibirá esta empresa de los fondos de compensación por la emisión de CO2, pero reconoció que sería mejor que esas ayudas fuesen “fijas”, para que las empresas nacionales puedan competir con las de otros países “en las que no se grava” ese concepto.