Un empleado público en España ha visto como su poder adquisitivo bajaba el 15,1% en la última década. Ese déficit escala hasta el 33,1% si se echa la mirada dos décadas atrás, hasta el 2002, según los cálculos recopilados por los sindicatos UGT y Csif. Una pérdida sostenida en el tiempo que el último acuerdo alcanzado entre el Gobierno y los sindicatos agrava para este año a cambio de asegurar subidas salariales por encima de la media para los dos siguientes.

Las cuantías pactadas con CCOO y UGT hasta el 2024 anticipan una probable pérdida de poder adquisitivo. Tomando como referencia las previsiones de la OCDE, este año el IPC cerrará en el 9,1% y el incremento salarial pactado para los funcionarios es del 3,5%. Y el año que viene la previsión de inflación está en el 5%, frente a una subida de sueldos de entre 2,5% y 3,5% (dependiendo del PIB y la propia inflación). Para el 2023 todavía no hay previsiones de evolución de los precios y los salarios subirán entre el 2 y el 2,5%.

En 2010, José Luis Rodríguez Zapatero se convirtió en el primer presidente del Gobierno de España en recortar el sueldo de los funcionarios. Zapatero impuso una reducción de entre el 5% y el 15% de los salarios públicos, en función de la remuneración de los empleados.