Lorena Suárez: “Hay más demanda de empleos en determinados sectores que trabajadores”

Muchas empresas están teniendo problemas para contratar a trabajadores especializados. No encuentran en el mercado perfiles que se adaptan a sus necesidades. Kimak (antiguo Grupo Caamaño) ha decidido formar ella misma a esos futuros empleados. Para ello ha lanzado un programa de cuatro meses de duración con el compromiso de que todos aquellos que lo superen de forma satisfactoria pasarán a formar parte de la plantilla. Y si permanecen al menos dos años en la compañía les devolverá el coste del máster.

¿Por qué una empresa como Kimak lanza un programa formativo propio para captar talento? ¿Cuál es el objetivo?

Trabajamos en un sector muy dinámico y con unas especificaciones de producto muy cambiantes porque atiende a las tendencias de retail y de moda, con lo cual éramos conscientes de que la curva de aprendizaje, una vez se incorporan los trabajadores a nuestra plantilla, es excesivamente alta y, por lo tanto, perjudicaba la productividad y también generaba frustración en las personas que se incorporaban. Con lo cual, se trata de que ese procedimiento de incorporación, de acogida y de mentoring se realice a través de este programa específico y ad hoc para el sector.

Ya ofrecían prácticas profesionales ¿no?

Sí, nosotros veníamos realizando colaboraciones a través de prácticas o becas, pero terminaban esas colaboraciones y el nivel adquirido de conocimiento no era el deseado. Además, este programa nos permite también dar una visión 360 del negocio. Es decir, que no solo conocen los procedimientos propios del desarrollo de productos, materiales o procesos industriales, sino que además también ven los otros procesos con los que tienen interrelación, cómo puede ser el presupuesto, la gestión de proyectos...

Las empresas tecnológicas se quejan de la falta de trabajadores especializados, pero hay también otros sectores que demandan ese tipo de empleados.

Sí. Existe un problema demográfico, que ya conocíamos desde hace años y nos alertaban las instituciones públicas, que la pirámide demográfica se estaba invirtiendo y es una realidad que está impactando ya en las compañías. Hay más demanda de empleos que personas que puedan pasar el mercado laboral en determinados sectores y en determinados puestos. Otro de los objetivos que tiene el programa es captar a profesionales que estén en sus últimos años de estudio o que acaben de terminar para captarlos para este sector, dado que en el futuro podríamos tener algún problema de no poder acometer proyectos por falta de personal especializado.

¿Cree que va a ser una tendencia en el futuro, que las empresas tengan que formar a sus propios trabajadores a través de este tipo de programas?

Yo creo que sí, que es un brazo extendido de las escuelas formativas que existen ahora. Cada vez más hay una colaboración y una transferencia de conocimiento con las escuelas. Estamos en un modelo de buscar acciones colaborativas y de transferencia de conocimiento entre las universidades y las compañías. Este es un modelo incipiente, pero que en los próximos años va a tener cabida en muchas otras organizaciones.

¿Que tengan que formar a sus propios trabajadores supone que el sistema educativo no es capaz de ofrecer los conocimientos necesarios que demanda el mercado?

El sistema educativo, evidentemente, no está solo enfocado en nuestro sector, sino que esos estudios tratan materias de una manera muy general para que luego puedan abrirse oportunidades en muchos sectores, que es el enfoque de las universidades, y luego la especialización se está adquiriendo a través de las compañías. Hay otros países donde esa especialización viene más de una transferencia de conocimiento a lo largo de la carrera porque hay mucho programa formativo, muchas prácticas, muchos estudios... Pero aquí, esta transferencia no se da tanto a lo largo de los estudios, sino que se produce una vez que finalizan. Los trabajadores traen unos conocimientos base que, efectivamente, les permiten trabajar en muchos puestos y en muchos sectores. Y nosotros lo que damos es la parte más específica de nuestro sector en concreto.

Es un buen reclamo del programa que todos aquellos que superen de forma satisfactoria el curso vayan a ser contratados.

Para nosotros este programa tiene un coste porque gran parte del programa formativo se va a acometer con profesionales propios, con docentes que tienen muchos años de experiencia en el sector, que llevan muchos años de experiencia con nosotros y que, tanto fuera de su horario como en su horario laboral, dedicarán su tiempo a este grupo de alumnos y alumnas, con lo cual para nosotros tiene un coste. Entonces, este coste queremos también que sea una inversión directa para la empresa. El programa tiene un coste para el alumno, pero si llega un acuerdo de compromiso y permanece con nosotros dos años después de finalizar el programa hay una exoneración del coste. Es decir, para nosotros lo que prima es la estabilidad en el sector.

Escuché al CEO de Estrella Galicia, Ignacio Rivera, que una de sus máximas preocupaciones es cómo son capaces de atraer y retener el talento en su empresa. Este programa de Kimak es para atraer talento, pero ¿qué políticas realiza la compañía para después retener ese talento?

Como estrategia de negocio, desde el área de recursos humanos son las dos líneas en las que más foco ponemos: atracción y retención. Yo siempre hablo de que hay dos contratos: el contrato formal y el emocional. Entonces, se trata de mantener el contrato emocional que firmas con Kimak al inicio y mantenerlo vivo a lo largo de tu trayectoria profesional. Para eso, cada año incrementamos el número de beneficios sociales intentando atender a la diversidad que tenemos dentro de la plantilla. Trabajamos desde medidas de conciliación, muy importante; medidas de salud; también programas muy enfocados a temas de nutrición; fomentar el deporte; generar hábitos para que mejore nuestra salud mental y todo lo que es reconocimiento. Tratamos de tener políticas de evaluación de desempeño, de revisión de condiciones al menos una vez al año, un plan de formación continua... Cada año vamos generando nuevos beneficios que permitan mantener en vigor ese contrato emocional con Kimak.

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