El informe concursal constata el vaciado de Hiperxel y un agujero de más de cuatro millones de euros

La gestión de Vinova, que apunta a culpable, hundió las ventas un 40% y consumió más de tres décadas de beneficios

Tienda de Hiperxel en Pontejos cuando estaba abierta. |   // CASTELEIRO

Tienda de Hiperxel en Pontejos cuando estaba abierta. | // CASTELEIRO / Lara Graña / Jorge Garnelo

Lara Graña / Jorge Garnelo

Mientras Grupo Vinova negociaba la compra de Hiperxel (marca comercial de Xeldist Congelados), su administrador único tomaba el control de una sociedad de nombre Draten Invest. Estamos en febrero de 2021. En este traspaso de poderes intervienen Juan José Villamizar Velásquez y Rafaela Nunes Costa; el primero se convertirá en el administrador supuestamente único de la cadena de congelados, y la segunda es la actual pareja de Eusebio Novas Hay. Participó en un entramado societario que derivará en la quiebra abrupta de la red gallega de tiendas, aunque Novas —condenado en primera instancia a dos años y medio de prisión por fraude en el IVA— ha negado cualquier vinculación empresarial tanto con Hiperxel como con Villamizar. Aunque repartía tarjetas de visita como “gerente” de Vinova, y él mismo enviaba y recibía correos electrónicos con facturas y pedidos de productos congelados. La gestión de ambos no solo hundió la compañía en poco más de seis meses, sino que causó un agujero patrimonial millonario y derivó en el despido colectivo de más de 260 personas. La administración concursal apunta a un vaciado de las cuentas de Hiperxel, lo que presumiblemente apuntalará una calificación culpable de este naufragio empresarial.

Lo que sí se conoce es hasta qué punto quebró Vinova la salud financiera de Hiperxel, y la rapidez con la que carcomió su solvencia. A cierre de 2022, la empresa tenía un agujero patrimonial superior a los 4,15 millones de euros, frente a los 1,8 millones positivos del ejercicio anterior y de los casi 3 millones que había dejado su anterior propietaria, Grupo Iberconsa. Vinova integró Hiperxel en mayo de 2021, y le fusionó después Congelados Cíes del Noroeste a comienzos de 2022. En seis meses con Villamizar como cara visible del negocio —Novas nunca figuró como administrador o apoderado en los papeles—, las tiendas de congelados ya tenían impagos. En ese mismo periodo, un único semestre, Hiperxel pasó de beneficios por 444.000 euros a números rojos de más de un millón; el año fiscal de 2022 lo cerró con pérdidas de 3,54 millones de euros. Misma fotografía que se extrae con en análisis de las ventas, que cayeron en más de un 40% con este tándem de socios.

Por otra parte, el Juzgado de lo Mercantil número 3 de Pontevedra ha autorizado el despido colectivo de más de 260 trabajadores de Hiperxel y Congelados Cíes, propiedad de Xeldist.

Suscríbete para seguir leyendo