La marca blanca resiste mejor a la inflación en el ‘súper’

DAVID LÓPEZ

Tras más de año y medio con la inflación disparada y la cesta de la compra por las nubes y en el centro de todas las críticas de los consumidores, el modelo de distribución ha apreciado cambios de hábitos en los clientes y en las grandes distribuidoras que conllevan conclusiones claras en cuanto a lo que es tendencia y lo que es una respuesta puntual a la escalada de precios. Y destaca la que apunta a que “las marcas blancas resisten mejor a la inflación que el resto”.

Así lo aseguran los expertos del sector, que coinciden en que todos los supermercados que tienen en su catálogo productos de las llamadas marcas de la distribuidora, la nueva denominación que ellas mismas quieren transmitir para eliminar todas las connotaciones peyorativas de la de marcas blancas, “han ampliado la gama de productos que se venden bajo su propia marca”.

Algunos de los que llevan años vendiéndose bajo el paraguas de las marcas de Mercadona, Eroski, Dia, Alcampo, etc., siguen copando “más del 50% de las ventas totales” que se hacen de esos alimentos en cuestión, “sobre todo de la leche, productos lácteos en general y conservas de pescado”, indican las fuentes consultadas. Y a ellos ahora se han sumado “otros productos que antes no se ofrecían en la estantería con la marca del distribuidor, sobre todo de bebidas gaseosas o refrescantes”, hay más que antes, y otros productos “como los de droguería” que ya existían y ahora están “aumentando su cuota de mercado” por la subida de precios. También lo está haciendo “el vino, que tradicionalmente ha tenido poca penetración en la clientela y ahora lo está haciendo poco a poco”.

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