En Galicia se matriculan ya casi tantos coches híbridos y eléctricos como de combustión

La relajación de los criterios y el retraso de 2025 a 2027 en la aplicación de la Euro 7, la nueva normativa comunitaria para los límites máximos de emisiones de óxidos de nitrógeno y partículas ultrafinas de los coches y la incorporación en las mediciones de nuevos contaminantes como el óxido nitroso, recibió el aplauso unánime del sector. Lo ven como un balón de oxígeno ante la atonía de la demanda, aunque los ministros de Industria europeos advierten a los fabricantes que hay que invertir más en electrificación. En una industria que factura prácticamente el 8% del Producto Interior Bruto (PIB) de la UE y mantiene 7,6 millones de empleos directos, la cuenta atrás echó a andar. A partir de 2035 quedará prohibida la venta de automóviles de combustión. Son todavía la mayoría en las matriculaciones en Galicia, aunque cada vez menos.

Las ventas de turismos crecieron un 2,9% en la comunidad en septiembre, hasta los 1.905. El acumulado anual supera las 18.000 unidades tras un incremento del 10,6%, según los datos divulgados ayer por las patronales Faconauto, Anfac y Ganvam. De ese total, 6.586 fueron automóviles de gasolina, un 5,4% más que en el mismo periodo de 2022. Los de diésel siguen en caída libre: 2.532, lo que supone una merma anual del 8,4%. El resto de combustibles (eléctricos puros, híbridos enchufables y no enchufables, hidrógeno y gas) tiran del mercado. Alcanzaron las 8.953 matriculaciones en los nueve primeros meses del año en Galicia con un alza del 22,2%. Su cuota se sitúa en el 49,5%, a punto de dar el sorpaso a los vehículos de combustión. De hecho, en el caso concreto de septiembre, este tipo de coches más sostenibles representaron el 53% de las matriculaciones.

La venta de automóviles subió en la provincia de Pontevedra el 5%. Se contabilizaron 7.414, el 49% sin motores de combustión. El mismo porcentaje de Pontevedra, donde las matriculaciones avanzaron el 11,8% (5.920). En Ourense se incrementaron casi el 15%, hasta las 2.132, con una cuota de combustibles alternativos del 46,3%; y en Lugo ya son mayoría: el 53% de las 2.600 unidades comercializadas, un 21,7% más que entre enero y septiembre del ejercicio pasado.

En toda España se vendieron 68.800 turismos en septiembre (un alza del 2,3%) y 711.383 en el acumulado del año, con una subida del 18%. Para el director de comunicación y marketing de Anfac, Félix García, se trata de “un ligero aumento” el mes pasado, que tuvo un día laborable menos que agosto. “Todos los meses del año han cerrado en positivo —valoró—. Pero no menos cierto es que la incertidumbre política y un escenario elevado de tipos de interés han hecho mella en el volumen”. Las empresas de fabricación no creen que se alcancen al final del ejercicio las 950.000 unidades previstas. Raúl Morales, de Faconauto, achaca el crecimiento pese al obstáculo del encarecimiento de la financiación, a que “hay más stock en los concesionarios, se han regularizado la entrada de coches a las concesiones y esto, lógicamente, se traduce en matriculaciones”. Ganvam estima que el mercado acabará 2023 “alrededor de un 25% por debajo de su mercado natural”, según Tania Puche, que destaca el alza a doble dígito en las ventas de los vehículos comerciales.

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