Banco de España

Los hogares de menor renta sufren el doble de morosidad hipotecaria que los más ricos

Todos los grupos de familias, así, han sufrido una subida de sus cuotas hipotecarias medias mensuales de entre el 19% y el 21% desde el cierre de 2021 hasta el pasado junio

Fchada Banco de España con niebla.

Fchada Banco de España con niebla. / DAVID CASTRO

Pablo Allendesalazar

La morosidad de las hipotecas sigue contenida, pese a la brutal escalada del euríbor provocada por el alza de los tipos de interés oficiales por parte del Banco Central Europeo (BCE) para combatir la alta inflación. Los créditos para la compra de vivienda, recuerda el Banco de España, son lo último que dejan de pagar los ciudadanos: echan mano de ahorros y prestaciones y no dejan de abonar las cuotas hasta pasados dos años de media desde que han sufrido una caída notable de sus ingresos, normalmente por la pérdida del empleo. Ello explica que los impagos estén en niveles bajos en comparativa histórica, muy lejos del máximo del 6,28% de marzo de 2014, pese a subir ligeramente desde representar el 2,33% del saldo de hipotecas en marzo al 2,44% en junio. Pero esta realidad esconde diferencias notables: los hogares de renta más baja tienen el doble de tasa de mora que las familias más ricas.

Según datos del Banco de España, el 20% de los hogares con menores ingresos brutos (menos de 26.695,09 euros al año) registró una caída de su morosidad hipotecaria desde 3,69% de diciembre de 2021 (cuando el BCE comenzó a endurecer la política monetaria) hasta el 3,27% del pasado junio. Pero pese al descenso, registran una tasa de impago que dobla la del 20% de hogares de más renta (más de 40.775,85 euros anuales), en los que bajó del 1,99% al 1,63%. Los datos, así, confirman lo intuible, a menos ingresos, más dificultades de pago: 3,12% de morosidad en los hogares de entre 26.695,09 y 30.735,5 euros anuales de renta, 2,86% en los de entre 30.735,5 y 34.728,27 euros, y 2,44% en los de entre 34.728,27 y 40.775,85 euros.

Todos los grupos de familias, así, han sufrido una subida de sus cuotas hipotecarias medias mensuales de entre el 19% y el 21% desde el cierre de 2021 hasta el pasado junio, de 453 a 542 euros en el caso de las rentas más bajas y de 716 a 869 euros en el de las más altas. Sin embargo, el impacto de estas alzas en las finanzas familiares ha sido dispar según su nivel económico. El pago de las cuotas hipotecarias ha pasado de absorber el 23,22% de los ingresos brutos de los hogares de menos renta en diciembre de 2021 al 26,23% del pasado junio, mientras que en las familias más pudientes el alza ha sido del 17,14% al 19,66%. Es decir, se confirma que cuanto más rico es el hogar, más margen tiene para afrontar el resto de sus gastos una vez abonada la hipoteca.

Indicadores de vulnerabilidad

Los datos también apuntan a que el peso de las cuotas hipotecarias sobre la renta de todos los grupos de hogares está por debajo del umbral que se considera "prudente" (inferior al 30%). El Banco de España no ha detectado "señales de alarma" en esa variable de forma generalizada. Al tratarse de una media, sin embargo, implica que sí hay familias hipotecadas por encima de ese nivel. Y teniendo en cuenta que los hogares con rentas más bajas son los que presentan una tasa más cercana a la barrera (26,23% frente al 30%), es previsible que en ese colectivo haya un número mayor de familias en una situación financiera más vulnerable y con un riesgo más elevado de caer en impago. 

Otro indicador en la misma dirección: el 40% de hogares de menores ingresos solo suponen cerca del 11% del saldo total de créditos hipotecarios, debido a su menor acceso a los préstamos por su menor nivel de ahorro para pagar la entrada (los bancos exigen normalmente que el comprador aporte el 20% del valor del inmueble), así como al menor precio de los inmuebles que pueden permitirse adquirir. Sin embargo, su peso en los cerca de 11.000 millones de euros de hipotecas de dudoso cobro (impagos superiores a 90 días u otras características subjetivas que hacen probable el impago) es del 16%, superior al que le correspondería según su peso en el crédito total. 

Alza de los impagos

Esta mayor debilidad financiera hace a los hogares de rentas bajas más vulnerables al "esperable cierto deterioro de la calidad crediticia" (léase, aumento de la morosidad) que prevé el Banco de España. En su reciente informe de estabilidad financiera, apuntaba que la "evolución favorable del mercado laboral y de la actividad económica, unida a la moderación de la inflación, se ha traducido en una notable recuperación de las rentas de los hogares en la primera mitad del año". Es lo que explica que la morosidad hipotecaria haya seguido bajando. Sin embargo, también advertía de que, aunque el tipo medio del saldo hipotecario ha subido ya desde el 1,1% del cierre de 2021 hasta el 3,5% de septiembre, "es esperable una mayor transmisión del incremento de los tipos de interés (de referencia) al coste de la deuda viva de los hogares, lo que contribuiría al aumento de la proporción de hogares endeudados con carga financiera elevada".

La institución, así, estimó que algo menos de un tercio de las hipotecas a tipo variable tiene todavía que afrontar una revisión de su cuota de más de un punto porcentual (más el diferencial fijado en los contratos) entre junio de 2023 y junio de 2024. Y advirtió de que una subida de cinco puntos porcentuales del euríbor (algo superior a la registrada desde diciembre de 2021), trasladada completamente al crédito, podría incrementar el número de hogares endeudados en situación vulnerable (pago de intereses superior al 40% de la renta) hasta representar el 14,6% del total (1,63 millones de familias).