Los agricultores propagan su protesta contra Mercosur y la política verde de la UE

Un millar de tractores se movilizaron ayer en Bruselas | Los cortes de carreteras llegan a la frontera de España y Portugal

El cómico Joaquín Pajarón, en un show.   | // LOC

El cómico Joaquín Pajarón, en un show. | // LOC

celia lópez / redacción

Hasta un millar de tractores se dieron cita ayer en el corazón de la Unión Europea para protestar contra los tratados de libre comercio que la Comisión Europea quiere cerrar con Mercosur y la política verde puesta en marcha por el organismo supranacional. Los agricultores llevaron sus reivindicaciones ante la sede del Parlamento Europeo en Bruselas en una manifestación que concitó a miles de trabajadores del campo de varios países, según recoge la agencia EFE. Los manifestantes quemaron neumáticos durante horas con el objetivo de denunciar “la incoherencia de las políticas europeas” el mismo día en el que los jefes de Estado y del Gobierno de los 27 países que forman la UE se reunieron de forma extraordinaria en la capital comunitaria. Oficialmente, la convocatoria era para discutir el paquete de ayudas a Ucrania, pero los temas agrícolas se han colado en la agenda de los temas del día.

Según el responsable de la Asociación Agraria de Jóvenes Agricultores (Asaja) en Bruselas, José María Castilla, unos 1.500 tractores y entre 2.000 y 3.000 agricultores participaron en las acciones, aunque la policía los dispersó “en el último momento”. “Aunque a la gente le sorprenda, esto es un problema europeo, aunque nos hayan querido vender que esto es una competencia desleal europea entre los agricultores. Es mentira”, subrayó.

Los agricultores europeos señalan que es imposible competir en precio con países extracomunitarios como Marruecos o naciones de América Latina que no tienen que cumplir con los mismos estándares en su producción que ellos. En ese sentido, los trabajadores del campo defienden que son necesarias cláusulas espejo para las importaciones extracomunitarias que obligue a respetar los mismos estándares que tienen que cumplir los productos agrícolas europeos.

A su llegada a la reunión de líderes, el primer ministro de Bélgica, el liberal Alexander de Croo, afirmó que considera “en parte legítimas” las quejas de los agricultores porque han hecho ya “muchos esfuerzos” para adaptarse a la transición ecológica y se debe garantizar que “reciben precios justos” por sus productos. El presidente de Francia, Emmanuel Macron, en cuyo país los agricultores protagonizan ya desde hace días importantes protestas, también adelantó en víspera de la cumbre su intención de elevar la cuestión agrícola a la discusión de Veintisiete, con elementos añadidos como el impacto de los acuerdos comerciales con terceros. Macron rechaza de plano el pacto de libre comercio que la UE y Mercosur tratan de cerrar y presiona para que cesen las conversaciones, lo que choca con los intereses de otros socios como España, para quien este acuerdo es una prioridad.

En un intento por calmar los ánimos de los agricultores y a pocos meses de las elecciones europeas de junio, la Comisión Europea ofreció el miércoles aplazar un año la obligación para los agricultores de reservar una parte de las tierras de cultivo a barbecho para recibir parte de los apoyos de la Política Agraria Común (PAC). Para poder acogerse a esta flexibilidad, no obstante, los productores deberán reservar una parte de sus tierras a otros cultivos beneficiosos para la salud del suelo. Pero junto a estas medidas es probable que la Unión Europea también prorrogue un año la exención de los aranceles a las importaciones de productos agrícolas de Ucrania y Moldavia, una cuestión que ha puesto en pie de guerra a los agricultores de Polonia y Eslovaquia.

Las protestas llegaron también a Portugal, donde cientos de agricultores comenzaron a cortar varias carreteras de la frontera con España a través de Extremadura.

Vox y el activismo prorruso agitan al sector agrario español para “la rebelión del campo”

Van dando fruto dos años de lluvia de mensajes y polarización sobre agricultores y ganaderos. A menos de 150 días de las elecciones europeas, un engranaje de entidades, cuentas de redes sociales, medios digitales, influencers, telepredicadores y terminales automáticas de agitación se han lanzado a instrumentalizar y sacar rédito del cansancio y la ira del sector agrario, basado en causas objetivas como la carestía del combustible, la inflación, la sequía y las importaciones de países con leyes ambientales laxas.

En España la campaña lleva 12 días reactivada. El sector más extremista lo presenta como la batalla de “la Europa de las patrias”; otro, más trumpista, lo promueve como el pulso contra las élites urbanas y el asedio a la agenda 2030. Todos tienen en común una orientación ultraderechista y antiUE, y apoya la movilización la cada vez más visible franja proKremlin de las redes, para la que la culpa del agobio del campesino no es tanto el ecologismo, los precios o la sequía como la OTAN y Ucrania.

Este miércoles, el dirigente de Vox y vicepresidente de la Junta de Castilla y León, Juan García-Gallardo, estaba en Budapest cuando colgó en su perfil de X una arenga con foto nocturna de la tractorada multinacional en una plaza de Bruselas: “Ellos resisten en las calles de toda Europa. Y nosotros no vamos a dejarles solos”. Ayer se presentó en la protesta con el eurodiputado Hermann Tertsch.

Fue tan solo horas después de un encuentro con personalidades de la cúpula en torno al presidente ultra húngaro Viktor Orban, y con el aparato del think tank húngaro MCC, plataforma próxima a Orban, una de las entidades del movimiento eurófobo y antiagenda 2030 que libra la llamada “guerra cultural” conservadora en Europa, y que ha celebrado los escraches de Ferraz y arremetido contra el mundo LGTBI.