El agua encadena cuatro meses aportando el 50% de la producción eléctrica en Galicia

La hidráulica batió récord ya en 2023 con una cuota del 35% | Las renovables rozaron el 90% de la generación en la comunidad durante todo el invierno por los temporales

julio pérez

La meteorología se subió a una montaña rusa en febrero. Hubo dos periodos anticiclónicos a principios y mediados de mes y dos episodios de inestabilidad el resto, sin demasiado frío salvo algunos días en concreto. “Esto hace que el mes tenga temperaturas en media muy elevadas con respecto al valor climático, pero al mismo tiempo sea un mes con más precipitaciones de lo que cabría esperar”, resume Meteogalicia en su informe de febrero. El número de días de lluvia no fue extraordinario. Sí se salió de lo habitual lo que cayó, con cantidades acumuladas “muy cuantiosas, singularmente en la jornada del día 8 y el periodo entre el 22 y el 25”. Mientras Cataluña, Levante y algunos puntos del sur de Andalucía sufren una sequía histórica, en Galicia llovió un 53% más que la media de febrero entre 1981 y 2010. “La distribución de los porcentajes de precipitación presenta zonas muy húmedas en las cuatro provincias”, señalan los técnicos del organismo, con picos de entre un 125% y un 160% por encima de lo esperado, e incluso en el valle del río Navia, en la montaña de Lugo, llovió cuatro veces más de lo que debería.

La racha de humedad ayudó a teñir de verde la producción de electricidad en Galicia. Alcanzó los 2.234 gigavatios hora (GWh) en febrero tras un incremento anual de casi el 8%. De las centrales de agua vino el 49,6%, según los últimos datos actualizados por Red Eléctrica, el operador integrado en el grupo Redeia. Y van ya cuatro meses consecutivos con la hidroeléctrica en cabeza del mix. Desde noviembre concentra la mitad de la generación, aprovechando que el invierno al completo en la comunidad arroja un saldo “ligeramente húmedo” tras un 18% más de lluvias que en la media de 1981-2020.

La actividad de los embalses aportó en enero el 50,9% de la electricidad en Galicia; el 55,1% en diciembre; y el 51,8% en noviembre. En estos últimos cuatro meses, la hidráulica representó el 52% de la producción, cerca de 5.600 GWh, el equivalente a la demanda de todo un año en Islas Baleares. Su inyección creció un 36% en comparación con los mismos meses de finales de 2022 y principios de 2023.

La eólica alcanzó el 34,6%. Juntas, viento y agua, las dos principales tecnologías renovables operativas en la comunidad, rozaron el 87% de la generación eléctrica en Galicia en todo el invierno y se quedaron a las puertas del 90% con el resto de tecnologías limpias. Los ciclos combinados alimentados con gas contribuyeron con el 7,3%.

El pasado 2023 ya fue un ejercicio de récord para las centrales hidroeléctricas en Galicia. Su producción se duplicó y alcanzaron el 35% del mix, “máximo histórico de participación desde que se cuenta con registros”, según destaca Red Eléctrica en el balance del sistema presentado ayer. La electricidad de origen renovable creció un 24% por la fortaleza de los embalses y el mantenimiento de la eólica (38,1%), y su cuota en la producción total llegó al 75,3%. El volumen de las fuentes verdes solo fue mayor en Castilla y León (88,7%) y Aragón (81,8%). Los ciclos combinados cubrieron el 15,7%; la cogeneración se quedó por debajo del 5%; y el carbón vivió su recta final en Galicia con el 2,6% de la producción eléctrica en 2023, un año que sí fue pobre en expansión de potencia. No se instaló ni un solo megavatio nuevo. La única de las grandes potencias energéticas regionales que cerró de vacío a pesar de la apuesta por la descarbonización.

En todo el país se encendieron 5.594 megavatios de fotovoltaica, 661 de eólica y cuatro de otras renovables. El cupo de electricidad verde escaló por primera vez en la historia el umbral del 50% (50,3%), e incluso ascendió en enero al 51%, el 59% en febrero y el 65% en lo que va de marzo, según adelantó la presidenta de Redeia. “Esto demuestra que España ha consolidado su liderazgo renovable”, afirmó Beatriz Corredor, gracias a “los esfuerzos en la operación del sistema y la extraordinaria red de transporte”.

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