Bruselas critica a China por alterar la venta de coches: rozan el 6% del mercado gallego

Un informe de la Comisión Europea señala a Pekín por la distorsión ejercida a través de los eléctricos | Las marcas chinas multiplican sus ventas por 10 en Galicia hasta marzo

Interior de una fábrica de BYD en China.  // BYD

Interior de una fábrica de BYD en China. // BYD / Adrián Amoedo

Adrián Amoedo

La alerta que lanzan algunos fabricantes de vehículos por la invasión de los coches chinos en el mercado europeo es cada vez más intensa. El CEO de Stellantis, Carlos Tavares, lo volvió a repetir recientemente tras un acto en Italia. Y los datos no hacen más que darle la razón. En Europa, uno de cada cinco vehículos eléctricos matriculados en los dos primeros meses de este año fue fabricado en China, según revelan los datos de la consultora Jato Dynamics. Un avance que parece imparable y que también se está produciendo en la comunidad gallega. Si el año pasado los vehículos de marcas chinas se hicieron con casi el 4% del mercado en Galicia, en el primer trimestre la cuota escaló hasta el 5,6% tras multiplicar por 10 las ventas, pasando de 36 coches de hace un año a los 361 actuales. Y la Comisión Europea está muy vigilante. Bruselas cree que las acciones y ayudas del Gobierno del país asiático a sus productores está generando una distorsión del mercado. “Una cuestión de interés nacional”, dicen desde la Dirección General de Comercio comunitaria (DG Trade), que se produce con el objetivo de invertir el papel que históricamente hubo con los coches a combustión.

Más allá de que algunos coches que se empiezan a ver por las calles de España son de marcas poco conocidas como BYD, Omoda o MG, la tensión se palpa entre los productores occidentales. El propio Tavares alertó de que si un fabricante llega a Italia, igual se ve obligado a cerrar plantas en el país. Pero el luso, un habitual en este tipo de mensajes, no es el único que piensa que esta alteración del mercado tendrá consecuencias.

La DG Trade publicó un informe “sobre las distorsiones significativas de la economía de la República Popular China a efectos de las investigaciones de defensa comercial”. Además de recoger las distintas formas en las que Pekín mete mano y ayuda a su industria, el extenso documento de 712 páginas se centra también en algunos sectores clave, entre ellos el de los coches eléctricos. De hecho, el documento enumera todas las empresas que producen marcas de NEV (siglas para new energy vehicles) en el país, una treintena en total.

Para los servicios comunitarios, “la falta de tradición y tecnología en la producción de vehículos con motores de combustión interna llevó a China a desarrollar un marco normativo para la transición a la industria de los NEV ya en 2005”. Con este movimiento, la intención de Pekín es “invertir los papeles” y convertir al país “en el centro neurálgico para la producción de NEV que se exportarán a las economías desarrolladas”.

Así, desde la DG Trade estiman que China se ha convertir en líder mundial de NEV por “una cuestión de interés nacional”, debido a que en las últimas dos décadas se ha dedicada a fomentar la producción con un claro intervencionismo, primero dentro de su propio mercado y ahora en el exterior. “Aprovechando un marco integral de apoyo del Gobierno central y local en toda la cadena de valor —desde las materias primas esenciales hasta las baterías y los NEV—, China se convirtió en el primer productor y exportador de NEV del mundo”, resume el informe. En este sentido, la administración asiática lanzó medidas de apoyos e inyecciones de dinero que, de forma conjunta, han hecho que su “nivel de supervisión” sea “tan elevado” que “interfiere directamente con las fuerzas del libre mercado”. “El Gobierno puso en marcha un amplio sistema de control capaz de dirigir y determinar las estrategias empresariales de los productores”, recuerda Bruselas en el informe.

El dossier de la DG Trade se une a la investigación de la Unión Europea sobre los vehículos eléctricos que llegan desde China y que fue anunciada el año pasado. Una acción que ha tenido ahora respuesta desde la Cámara de Comercio de China para la Importación y Exportación de Maquinaria y Productos Electrónicos (Cccme).

Según recoge Automotive News, el vicepresidente de la asociación, Shi Yonghong, cree que el proceso de investigación está “contaminado” porque la elección sobre las compañías investigadas fue “sesgada”, al no seleccionar a los principales exportadores, que a su juicio son Dacia y Tesla, y sí a grupos como SAIC, BYD y Geely.

MG lidera y Omoda irrumpe en la comunidad

El avance de las marcas chinas en España se refleja a la perfección en Galicia. De los 361 coches del gigante asiático comercializados en el primer trimestre (por los 36 de hace un año), MG representa el 95%. Fueron 129 coches en A Coruña y superando a otras más asentadas como Citroën, Volkswagen, Opel o Ford. En Pontevedra fueron 103, por los 64 de Lugo y los 47 de Ourense. En comparación con hace un año, la única marca que se estrena es Omoda, del grupo Chery, que precisamente está ultimando su desembarco en la factoría de Nissan en Barcelona. En la comunidad se matricularon siete unidades, todas en Pontevedra. El resto de las marcas chinas fueron cinco BYD, tres DFSK (de la joint venture formada por las chinas Dongfeng y Chongqing Sokon, con tres coches) y otras un solo vehículo matriculado de otras tres marcas: Seres (independizada de su marca matriz, DFSK), Lynk & Co (del grupo Geely) y SWM (de Shineray Group y Brilliance Auto Group). La que ya no figura en las listas y que sí estaba entre los coches chinos vendidos a lo largo del pasado año es Polestar, que como Lynk & Co y Volvo están bajo dominio de Geely y se fabrica en el país asiático. Eso sí, las ventas de sus modelos no eran muy significativas. En total, las ventas del mercado gallego ascendieron a 6.782 unidades. El avance es del 14,9%.