Los sondeos apuntaban que Vox y el BNG se disputarían un escaño en Galicia, en concreto por la provincia de A Coruña, y ninguna de las dos formaciones consiguió ese objetivo. El partido de Santiago Abascal, pese al lleno que obtuvo en su visita a la ciudad coruñesa el pasado lunes, no tradujo esa afluencia en votos que le permitieran lograr un diputado en la comunidad. De hecho, Galicia es una de las pocas autonomías en las que Vox no tuvo representación, junto con Navarra, País Vasco, La Rioja y Canarias. A pesar de multiplicar sus resultados respecto a los 1.026 votos de las generales de 2016 y superar las 86.000 papeletas se queda como sexta fuerza de la comunidad gallega al representar el 5,26% de los votos, la mitad que el 10% a nivel nacional. Sin embargo, en las provincias del interior se colocó en la quinta posición por delante del Bloque.

En la provincia coruñesa, donde tenía más opciones de tener escaño, más de 37.600 votantes respaldaron a la formación de ultraderecha, más del 40% del total gallego. Pero no fueron suficientes papeletas para que Miguel Ángel Fernández, número uno por A Coruña, accediese al Congreso. Estuvo más cerca el BNG de lograr que Néstor Rego tuviese escaño, pero aún así se quedó a 12.379 votos. Y Vox se quedó en A Coruña a casi 7.000 papeletas de los nacionalistas, una diferencia que en el conjunto de la comunidad es de más de 7.700. El resto de votos para Vox se repartieron con más de 26.700 en Pontevedra, por encima de los 11.300 en Lugo y casi 9.600 en Ourense. El menor porcentaje se dio en la provincia pontevedresa, donde se quedó en un 4,73%.

Las expectativas eran altas en A Coruña y a primera hora de la tarde algunos simpatizantes llegaban al hotel de la ciudad coruñesa donde el partido se concentraba para seguir el recuento y lo abandonaban a cuentagotas a medida que avanzaba el escrutinio y el ansiado escaño se escapaba. Aunque en un principio el candidato por la provincia declinó hacer declaraciones, Miguel Ángel Fernández, accedió finalmente salir para agradecer el trabajo de los afiliados en una campaña "difícil" al contar con escaso presupuesto, motivo por el que considera que no se pudo alcanzar el número de votos necesarios para cumplir con las encuestas. De todas formas, se excusó alegando que Vox es un partido con proyección nacional que ha pasado de cero a 24 diputados, resultado por el que "hay que estar contentos". Y aunque en Galicia "no ha podido ser" en esta ocasión también se muestran "muy satisfechos" con los datos porque con una campaña con pocas ayudas están "casi en los mismos números que el Bloque. Por eso, insisten en que este es "el principio de un camino y no el final". Su próximo objetivo son las elecciones municipales del próximo 26 de mayo y ya tienen la vista puesta en los comicios autonómicos del año que viene.