Se estrenaron hace apenas un mes para versionar en Galicia el proyecto de Íñigo Errejón "como impugnación a la política de líneas rojas" y situaron a una expodemita Carolina Bescansa al frente. Se proponían pescar votos entre los socialistas decepcionados y atraer a exvotantes de Unidas Podemos contrariados por el papel de la fuerza morada en las negociaciones del anterior gobierno. Sus propuestas calaron entre los más de 22.000 votantes que les dieron su apoyo, pero no fueron suficientes para arañar votos de socialistas ni de la candidatura de Galicia en Común que repiten resultados (10 y 2 escaños respectivamente). Bescansa no se sentará en el Congreso.