Tras año y medio de parálisis, el alcalde de Sada, Ernesto Anido, ha puesto a trabajar la maquinaria municipal. Los despachos del Concello echan humo. El sprint del popular, que a solo seis días de las elecciones del para debatir la compra del hotel ha provocado el estupor e indignación de sus rivales, que ayer recurrían ya a los chascarrillos ante una nueva vuelta de tuerca en este intrincado proceso.

Y es que solo un día después de que BNG, PSOE y PDSP forzasen a dejar sobre la mesa la adquisición del derecho en superficie de este malogrado cuatro estrellas "por falta de informes y garantías" el juzgado ha suspendido la subasta fijada para hoy a petición de un supuesto interesado que solicitó aclaraciones en la convocatoria.

La oposición ve en este aplazamiento la prueba que desmonta el principal argumento que esgrimió el PP para justificar la urgencia de desembolsar 750.000 euros sobre la campana del mandato para comprar el complejo y facilitar el posible desembarco de una universidad lusa. Según ha confirmado a este diario fuentes judiciales, la puja había sido fijada para el día 20 a petición del administrador concursal que, según ha confirmado el Gobierno provincial, había mantenido previamente varias reuniones con responsables políticos y técnicos del Concello y la Diputación para negociar una salida al cuatro estrellas.

¿Por qué no pidieron que se parase la puja en lugar de precipitar el asunto? Es la pregunta que se hicieron ayer grupos con y sin representación en el Concello que llegaron a tachar de "patético" y "ridículo" el "show electoral" del candidato popular en torno al cuatro estrellas. Lo cierto y es que las propuestas propias de campaña han sido relegadas por un debate impropio de la semana electoral. Socialistas y nacionalistas sospechan que Anido forzó la situación con el único propósito de obligar a la oposición a tumbar el acuerdo. "Le pedimos que nos facilitase información y que convocase una reunión y no lo hizo. "Lo único que pretende es poner a Sada en contra de la oposición", lamentaba la socialista Raquel Bolaño.

Las críticas no amedrentan al alcalde y candidato popular, que con solo cuatro de 17 concejales de la Corporación, hace oídos sordos y prosigue con su sprint en solitario. A solo dos días de la jornada de reflexión, el Concello ha citado a "miembros de los distintos sectores socioeconómicos y representantes de las asociaciones de vecinos, culturales y deportivas de Sada" a una reunión con el alcalde y el presidente de la Diputación para "explicarles la situación actual y jurídica del hotel", según recoge una convocatoria que enviada a prensa a media tarde. Este encuentro ha colmado la paciencia de la oposición, que censuraba el uso de las instituciones con fines partidistas.

Las "prisas" del PP por cerrar la compra han alimentado las suspicacias de la oposición, especialmente del BNG, que acusó a Anido de "prevaricar" al pretender pagar con fondos públicos un derecho en superficie "para entregárselo a una empresa". Sadamaioría puso ayer también el proceder en este asunto bajo lupa. La formación advierte de que el intermediario de la operación "es administrador de dos sociedades limitadas dedicadas a la formación sanitaria". "La gente de Sada bien sabe que una cosa es el interés económico de un intermediario y otra bien distinta el interés general de Sada", incide su candidato, Benito Portela.

Sadamaioría insiste en que el derecho a superficie del hotel podía sido gratuito en unos meses y exige al alcalde que responda a varias preguntas: "Cuál es la calificación urbanística de los terrenos del hotel en el plan general? ¿Por qué no hace público el PGOM que se comprometió a aprobar en este mandato?".

Las dudas y suspicacias que ha generado el frenesí del PP al final del mandato no amedrentan al regidor. La mañana de ayer aprobó por decreto rescatar la cafetería El Náutico, cerrada desde 2006 y con una orden de derribo parcial. El Concello pagará 37.000 euros por este restaurante ideado por Ramón Rodríguez Ares y que a la postre le costó una inhabilitación por desoír la orden de derribo. Y es que la cafetería tiene orden firme de demolición parcial y el plan general aprobado por el pleno no lo legalizaba.

Este desembolso sobre campana llega después de que el Consello Consultivo tumbase la propuesta de Ernesto Anido de rescatar la concesión vía administrativa al entender que correspondía acudir a la vía judicial, como defendía el BNG, que durante el pasado mandato declaró caduca la licencia de esta concesión, paso previo e imprescindible para extinguir la concesión.

Este nuevo golpe de efecto del PP a unos días de la cita con las urnas ha sido acogido con estupor en Sadamaioría. Pese a celebrar el rescate por el que luchó durante años Manolo Crisanto, la formación critica que se pague por una edificación ilegal pese a que la extinción del derecho "iba a ser gratuita".