Justo el día antes del gran mitin del líder de Podemos, Pablo Iglesias, en A Coruña, los candidatos a la Alcaldía de PP, Carlos Negreira, Ciudadanos, Santiago Folla-Cisneros, y PSOE, Mar Barcón, coincidieron en hacer repartos de material electoral en el paseo marítimo, así que, papeleras y manos se llenaron de globos y programas.

El candidato del BNG, Xosé Manuel Carril, sin embargo, tuvo un primer domingo de campaña un poco más movido y atropellado. Los nacionalistas quisieron mostrar su compromiso con la retirada de los símbolos franquistas que la ciudad lucía todavía y que, en estos cuatro años, en cumplimiento de la ley de memoria histórica, han ido desapareciendo. Aquel domingo, Carril se subió a una escalera y puso un folio debajo de la placa de la calle entonces denominada General Mola. El BNG proponía que pasase a llamarse "praza Fonte de Santo André", un acto que le valió al candidato del BNG que los agentes de la Policía Local le identificasen. "Queremos dejar de ser la capital de la simbología franquista", explicó Carril. Fue el 1 de diciembre de 2015 cuando el Concello rebautizó definitivamente este enclave como plaza de San Andrés y cuando puso el nombre del ilustrador Álvaro Cebreiro a la calle adyacente, para desterrar a Mola del nomenclátor.

La Marea Atlántica, en aquel domingo soleado en el que el candidato del PP, Carlos Negreira, incluso achuchó a su perrita ante las cámaras en el paseo marítimo, eligió asistir a una marcha convocada por la plataforma Salvemos el parque de Bens. Su objetivo era poner de manifiesto su oposición al proyecto avalado por el entonces Gobierno local, de instalar en este pulmón verde de la ciudad, el museo de la automoción del empresario Ángel Jove, a través de la Fundación Jorge Jove.

Tras el cambio de Gobierno en María Pita, esta ubicación fue descartada y se ofrecieron alternativas para su construcción, como una parcela en A Grela, aunque fueron rechazadas por el propietario de la colección de vehículos.