Con el viento a favor de su victoria el 28-A, el PSOE de Pedro Sánchez vuelve a depender de la movilización de la izquierda para lograr unos buenos resultados el 26-M que le permitan aumentar su poder autonómico y municipal mediante alianzas distintas en cada territorio.

El CIS apunta a que los socialistas tienen opciones de gobernar en las doce comunidades en las que hay elecciones el 26 de mayo y que serán los más votados en todas menos Cantabria y Navarra, lo que supondría un hito histórico en regiones en las que no gana desde hace prácticamente tres décadas, como Madrid (desde 1991), Murcia (1993) y Castilla y León (1986).

De las doce comunidades en las que hay elecciones el 26-M, el PSOE preside cinco: Asturias, Aragón, Baleares, Castilla-La Mancha y Extremadura, gracias en la mayoría de ellas a los pactos alcanzados en 2015 con Podemos.

El declive del partido de Iglesias, unido a otros cambios en el panorama político, como la debacle del PP, el auge de C's y la irrupción de Vox configuran ahora escenarios más abiertos que hace cuatro años. No obstante, el PSOE aspira a mantener esos cinco gobiernos y a arrebatar el de Canarias a Coalición Canaria (CC), a seguir cogobernando en Cantabria, donde mejoraría sus resultados, con el regionalista Miguel Ángel Revilla, y a gobernar también con pactos en Navarra. Aunque según el CIS el presiente castellanomanchego Emiliano García-Page y el extremeño Guillermo Fernández Vara rozan la mayoría absoluta y podrían gobernar en minoría, C's podría ser llave en esas comunidades y en otras como Castilla y León y La Rioja.

La mala relación entre Pedro Sánchez y el líder de C's, Albert Rivera, y la apuesta de este por ser la alternativa al PSOE dificultan lo que en la cúpula socialista llaman la vía de la "centralidad", que algunos querrían explorar. Está por ver que Rivera vaya a extender el perímetro de su cordón sanitario al PSOE por todos los territorios, como también la gestión que hace Sánchez del aviso "con Rivera, no" que le dieron los militantes en Ferraz la noche del 28 de abril. Otra cosa son los ayuntamientos, donde C's podría ser clave para que los socialistas mantuvieran numerosas alcaldías y lograran algunas nuevas.

Los socialistas gobiernan en unos 2.800 de los 8.100 ayuntamientos de España, gracias en algunos casos a que en 2015 participaron en pactos con otros partidos para desalojar a los alcaldes del PP. En las municipales de ese año sufrieron un fuerte revés sobre todo en las grandes ciudades, al perder más de medio millón de votos en Madrid, Barcelona, Valencia, Bilbao y Zaragoza, y quedar relegados por Podemos a tercera e, incluso, a cuarta fuerza política, como ocurrió en Madrid. Cuatro años después, Sevilla sigue siendo la única gran ciudad en la que tienen prácticamente garantizada la alcaldía. La cabeza de lista en Zaragoza, Pilar Alegría, tendría posibilidades de ser alcaldesa, si pacta, mientras que el exseleccionador de baloncesto Pepu Hernández, la apuesta más personal de Sánchez, solo mejoraría levemente los resultados del PSOE de hace cuatro años, los peores de su historia en la ciudad de Madrid.

La posible entrada de los socialistas en el gobierno de Manuel Carmena y sobre todo la conquista de la Comunidad de Madrid, si Gabilondo logra ser presidente con el Más Madrid de Íñigo Errejón y el Podemos de Isa Serra, disimularían su fracaso.