El histórico Xosé Manuel Beiras reconoció el martes que las alianzas que derivaron en el nacimiento de En Marea a nivel autonómico y que han derivado en un divorcio de sus integrantes le han causado sufrimiento y han incumplido el objetivo que él propuso cuando impulsó el espacio de "unidad popular" en 2012 con el nacimiento de AGE, coalición de Anova y Esquerda Unida. "No es lo que soñé ni por lo que luché", admitió en un acto electoral de Compostela Aberta en Santiago junto a Martiño Noriega, regidor que aspira a la reelección. El fundador de Anova tras romper con el BNG destacó las mareas municipales como la compostelana como excepción a las crisis internas. En Santiago, añadió, "no hubo ningún cristo", aunque sí en concellos como Ferrol

"Poco importa si los que forman la unidad popular son de Anova, de Esquerda Unida, de Podemos o no son nada, se trata de que están en ella como miembros; en los últimos años yo me desesperaba", expuso Beira. Además, advirtió de la necesidad de unir esfuerzos ante la llegada de "los lobos hambrientos", en alusión a "las tres cabezas de una hidra: el partido del fascismo calvosoteliano, el Partido Patibulario [PP]; el partido joseantoniano, el de Alberto Primo de Rivera [Ciudadanos]; y el partido hitleriano [Vox]".