La plaza de María Pita se convirtió ayer en la plaza de los niños, de los más pequeños que, aunque separados por un escenario, se encontraron frente a frente con algunos de sus amiguitos televisivos, los protagonistas de Los Lunnis.

Algunos se asustaron al verlos tan grandes y tan de cerca, otros, sin embargo, querían tocarles y acompañarles en sus canciones. No les llegaba con estar sentados y tocar palmas.

Los habitantes de Luna Lunera traspasaron el cristal de la televisión para, por un día, conocer a los que, a diario, les esperan para aprender y reír con ellos.

Para la jornada de hoy, el Ayuntamiento ha programado una sesión de pompas gigantes en el Obelisco, a partir de las ocho de la tarde, también dedicada a los niños.