Padres y personal de colegios harán un encierro nocturno contra los recortes

Profesores, padres de alumnos y personal no docente de la Asemblea de Oleiros en Defensa do Ensino Público realizará un encierro nocturno el próximo 25 de abril, aniversario de la Revolución de los Claveles que derrotó a la dictadura salazarista en Portugal, para mostrar su rechazo por la "avalancha de recortes y supresión de derechos" que realizan las Administraciones central y autonómica en materia educativa.

El encierro se realizará en el colegio de A Rabadeira desde las siete de la tarde del jueves día 25 hasta las nueve de la mañana del día 26. Lo que empezó como una asamblea del colegio de A Rabadeira, ahora integra a trabajadores y padres de distintos centros educativos de Oleiros. En su última reunión acordaron, además del nuevo calendario de movilizaciones, nombrar dos representantes, un miembro de la asociación de padres del colegio Valle Inclán de Perillo y un profesor de A Rabadeira.

Además del encierro nocturno del jueves, el 4 de mayo realizarán una nueva manifestación de protesta al igual que las que realizan todos los lunes desde principios de año (ayer tuvo lugar la última, en la que participaron también alumnos, y todos con la camiseta verde). En este caso la marcha saldrá del instituto María Casares de Bastiagueiro a las cinco de la tarde para llegar al parque José Martí de Santa Cristina. Además, mantendrán sus movilizaciones de todos los lunes, unas veces a las 14.00 y otras a las 15.15 horas.

La próxima semana variarán el recorrido y saldrán de A Rabadeira hacia el instituto Miraflores hasta llegar a la calle Francisca Herrera y pasar por delante de la Casa Consistorial hasta llegar de nuevo a la altura de A Rabadeira.

La asamblea considera que estos recortes en educación "afectan a la calidad de la enseñanza de los estudiantes y a las condiciones laborales del personal docente y no docente" de los colegios. También están totalmente en contra de la nueva Ley de Educación (Lomce) que el Gobierno central pretende implantar para el próximo curso escolar por considerar que se trata de una "norma discriminatoria y excluyente que no soluciona las carencias" del sistema educativo y sí "elimina muchos de los logros alcanzados en los últimos años".