El fútbol como motor social

El fútbol como motor social

El fútbol se ha convertido en algo más que un deporte por la influencia que potencialmente llega a ejercer en la sociedad. Alcanza a cualquier ámbito o colectivo social con una trascendencia que pocos sectores tienen. Por ello, es fundamental desarrollar esa consciencia en materia de responsabilidad social corporativa en el fútbol y en los clubes.

Esta acertada reflexión es de Toni Rosselló, al frente de la gestión de la Fundació Reial Mallorca, una entidad que se fundó en 2002 y que se ha convertido en una herramienta capaz de hacer uso del escudo de su equipo para convertirlo en más que fútbol y llegar a la comunidad de Mallorca como referencia de en proyectos sociales de integración, inclusión, deportivos y culturales.

De izquierda a derecha Paco Cobo, al frente de las actividades deportivas, y Toni Rosselló, al frente de la gestión de la Fundació Reial Mallorca

Para Rosselló, desde la creación de la fundación, LaLiga se ha involucrado activamente e incentiva a trabajar y a crear sinergias con los diferentes clubes. A través de la FUNDACIÓN LaLiga, el vehículo a través del cual la organización deportiva hace efectiva su responsabilidad social corporativa, las fundaciones de los clubes de LaLiga, como es el caso del Mallorca, reciben asesoramiento y apoyo en su actividad, actuando como un altavoz imprescindible.

“Cuando la desigualdad crece, debemos canalizar más iniciativas sociales a través del fútbol”

Toni Rosselló

Uno de los grandes proyectos de la Fundació Reial Mallorca es el programa “Juguis on juguis, guanyes!”, una iniciativa de responsabilidad social corporativa con más de ocho años de vigencia como bandera del club. Este programa, ofrecido gracias a la colaboración del Departamento de bienestar social y derechos sociales de la ciudad de Palma, está dirigido a niños, adolescentes y jóvenes de entre 13 y 21 años de edad con dificultades de integración social asociadas a diferentes factores de riesgo.Se trata de promover el ocio saludable entre adolescentes y jóvenes con en riesgo de vulnerabilidad.

La experiencia piloto de este proyecto comenzó con tres barrios de Palma a través de los centros municipales de servicios sociales con 45 participantes y seis profesionales. “Nos dimos cuenta – comenta Paco Cobo, coordinador de actividades deportivas de la Fundació Reial Mallorca - que era una herramienta muy poderosa al servicio comunitario de los servicios sociales de cada territorio porque conectaba con los jóvenes durante dos horas a la semana con un entrenamiento de fútbol o deportivo. Y el balance es realmente positivo: a lo largo de estas ocho temporadas hemos crecido mucho. A nivel cuantitativo ya hemos alcanzado los doscientos participantes y más de treinta profesionales. También cualitativamente podemos afirmar que hemos aumentado las actividades para que los chicos se sientan más arraigados, motivados y comprometidos”.

Como la Fundació Reial Mallorca, existen varios ejemplos de Responsabilidad Social Corporativa en nuestro espectro futbolístico. No en vano somos un país que reivindica el fútbol y la solidaridad. Y estos ejemplos reflejan valores muy nuestros.

Otro de estos paradigmas sociales lo tenemos cuando hablamos de les Escoles COR Blanquinegre, un proyecto que surge tras la llegada en 2014 del nuevo dueño del Valencia CF, Peter Lim, un inversor, empresario y filántropo con mucha conciencia anglosajona y que toma conciencia de la RSC actuando con la Fundació Valencia CF en 4 grandes ejes: trabajo en todo lo relativo al aspecto social y solidario; en la recuperación y conservación de la historia del club; en la formación e investigación en el deporte; y por último en su apoyo al fútbol femenino.

Ser Miang, presidente de la Fundació VCF, durante las actividades de la entidad

El primer punto, el aspecto social y solidario, es el core de toda la actividad de la Fundació Valencia CF, y clara muestra de ello es la iniciativa Escoles COR Blanquinegre, una acción de responsabilidad social corporativa dirigida al profesorado de determinados centros escolares y de atención a menores, ubicados en barrios de Valencia y localidades de la provincia con un contexto social complicado.

Todo comenzó con tres institutos en barrios deprimides”, nos cuenta el coordinador de les Escoles COR Blanquinegre Antonio Salvador. “Y el resultado fue espectacular. Se trabaja la motivación. Es una experiencia muy enriquecedora para un niño la de hacer deporte de la mano de un equipo relevante como el Valencia, porque afecta a la autoestima y porque les empiezan a pasar cosas chulas”.

Escoles COR Blanquinegre

Así se mantiene una relación directa con el instituto al que están adscritos los chavales, lo cual les ayuda a mejorar en los resultados escolares. La fórmula funciona muy bien porque en estos centros muchas veces no saben cómo motivarles. Si el niño va al colegio y es pasivo se consiguen pocos resultados. “Ahora tenemos 50 escuelas-continúa Antonio Salvador-y nos centramos en niños de primaria porque la motivación y las posibilidades de que cambien hábitos son grandes. De las 50 escuelas, tenemos 35 de primaria en todo Valencia; además de dos institutos; y en todos los centros judiciales de menores... aquí también funciona muy bien.

Motivaciones

La idea de las fundaciones vinculadas a los clubes es devolver a la sociedad un poco de lo que la sociedad les aporta. En este sentido, Toni Rosselló insiste en que a los chicos les estimula la presencia de un profesional que les cuente sus vivencias y como llegó a la elite del fútbol. Muchos de los futbolistas tienen orígenes humildes o empezaron a practicar este deporte en sus respectivos barrios hasta progresar peldaño a peldaño hasta llegar arriba. Sin embargo, Antonio Salvador asegura que no buscan cantera, sino utilizar el fútbol como una herramienta pedagógica cuya fórmula testada es de gran éxito.

Nos cuentan desde la Fundación Valencia CF el caso concreto de un niño con espectro autista: “Hicimos un entrenamiento en la ciudad deportiva y el niño, que no formaba parte del equipo inicial, se puso a llorar porque quería jugar al futbol con sus compañeros y… al final… jugó... se fue integrando poco a poco a través de los entrenamientos sucesivos. Ahora es uno más y están entusiasmados con él”.

Escoles Cor Blanquinegre amplía la autoestima, la confianza, el respeto y la tolerancia en niños y jóvenes en riesgo de exclusión

No es el único caso de éxito. Del primer año salió un niño marroquí que empezó con nosotros habiendo repetido primero de la ESO con todas suspendidas. Y este año va a acabar la secundaria y además bien. Tenemos otro chaval que destacaba en el fútbol y le hemos becado para que juegue en el equipo más cercano a su casa y apoyarlo deportivamente. Es un chico de etnia gitana que está en tercero de ESO y ha progresado estupendamente”, añaden Pablo Mantilla, director general de la Fundació Valencia CF y Antonio Salvador, coordinador de les Escoles COR Blanquinegre.

“El criterio de selección nunca es deportivo. No buscamos a los niños que mejor juegan sino a los que tienen problemas con los estudios”

Pablo Mantilla

El colofón de ambos proyectos, y de ambas entidades, es el mismo que apunta Paco Cobo: “Las fundaciones de los clubes son el otro fútbol. Aquel que es invisible pero que a su vez supone una herramienta para transmitir valores que también llega a sectores como el de la mujer, personas con discapacidad, menores en situación de riesgo e incluso de sus familias”.

Escoles Cor Blanquinegre es en la actualidad una herramienta básica para para los responsables de los centros educativos donde estan implantadas

El trabajo de las diferentes fundaciones que conforman los clubes de LaLiga, como es el caso de la Fundació Reial Mallorca y la Fundació Valencia CF, es, sin ningún tipo de duda, fundamental y enriquecedor para su comunidad. Y con la ayuda de la FUNDACIÓN LaLiga, que apoya su actividad, da servicio de asesoramiento dentro del proyecto Fair Play Social y colabora en la difusión de su actividad y su marca, se busca que el mundo del fútbol sea considerado y reconocido como un agente seriamente comprometido con el bien común de la sociedad.