Un cañón de casi tres toneladas de peso y cerca de tres metros de longitud apunta desde ayer a Miño. No es que Sada le haya declarado la guerra, sino que ya ha instalado en Fontán la pieza de artillería con la que pretende que vecinos y visitantes comprendan un poco mejor la importancia de los restos del castillo que se erigía sobre este promontorio, y que constituía uno de los dos baluartes defensivos de la villa.

Dos años después de que el alcalde de Sada, Abel López, se entrevistase con el almirante de la Armada en Ferrol para interesarse por la adquisición de un cañón, éste ha llegado por fin al que será su destino en los próximos años. La pieza forma parte del Museo Naval de la ciudad departamental y fue cedida en depósito al Concello de Sada, después de que el Ministerio de Defensa tramitase dicha cesión.

En este tiempo se han realizado tareas de conservación del soporte del cañón, que data del siglo XIX y que en la terminología militar se llama cureña , y se ha contratado un seguro, uno de los requisitos exigidos por el Ministerio de Defensa. Este último trámite no ha sido fácil, ya que no existen muchas empresas en España que aseguren cañones y finalmente, el Ayuntamiento de Sada ha recurrido a un negocio que contactó a su vez con una firma internacional de seguros.

Tampoco ha sido fácil el traslado de la pieza de artillería desde Ferrol hasta el lugar en el que se sitúan los restos del castillo, debido a su peso y a la estrechez de las calles que conforman el antiguo barrio marinero de Fontán. En un primer momento, se estudió la posibilidad de elevarla con una grúa de gran tamaño desde el puerto, pero finalmente se hizo con un camión, un tractor y una grúa mucho más pequeña, por lo que los costes fueron también menores. El cañón viajó en el camión hasta que éste no pudo adentrarse más en el barrio y luego se movió hasta un tractor que lo llevó hasta su ubicación final.

Fontán formó parte del sistema defensivo del Arsenal de Ferrol desde el siglo XVIII, cuando las fábricas de velas y jarcias de Sada abastecían a la institución militar. Según recordó ayer el Concello, hay documentos en el Catastro de Ensenada que constatan la importancia de este punto estratégico incluso después del traslado de la fábrica de velas y jarcias desde Sada hasta el puerto ferrolano, en el año 1762. Así lo apuntó el ingeniero Francisco Llobet en 1756, el brigadier Tofiño en 1787 y el coronel Hermosilla en 1800.

De hecho, el alcalde sadense remitió su homónimo en el Concello de Ferrol, el socialista Vicente Irisarri, documentación referida al castillo de Fontán con el objetivo de incluirla en el proyecto Ferrol da Ilustración, con el que la ciudad departamental pretende que zonas como el Arsenal y el barrio de A Magdalena sean declarados Patrimonio de la Humanidad. López Soto pretende que en la candidatura ferrolana -que en 2009 no logró llegar hasta la fase final del certamen- se haga referencia a los dos enclaves defensivos no sólo de Sada, sino también de toda la bocana de la ría: el baluarte de Fontán y el de Corbeiroa. De hecho, en el escudo de Sada se representan estas dos antiguas baterías de costa con dos torres con almenas entre las que figura un navío.