"El Gobierno local no tiene voluntad de consensuar los presupuestos", es la conclusión a la que han llegado las cuatro formaciones de la oposición en Cambre. Todas ellas votaron en contra del documento definitivo del documento contable de 2010 presentado por el bipartito en la comisión celebrada ayer. Lo que no supuso mayor preocupación para el Ejecutivo local, en minoría, que convocó el pleno de presupuestos para mañana.

El PG, EU-IU y la edil no adscrita Beatriz Ramos solicitaron como condición indispensable para retirar su voto negativo que el equipo de gobierno reculara en su intención de incrementar la partida destinada a los salarios de los concejales y las dietas por asistencia a plenos. El edil de Hacienda, Jaime López Lisnier, les respondió que no es una cuestión negociable y no entró a debate.

El portavoz de Esquerda Unida, Luis Taibo Casás, presentó dos propuestas más ante el concejal de Hacienda y el alcalde, la inclusión de una partida para la construcción de las aceras entre la Castellana -en Pravio- y Cambre, así como la reserva de otra cantidad para la adquisición de los terrenos con los que cumplir la promesa de dotar a Cela de un espacio público de ocio y esparcimiento. "No lo recogen en el documento y la interventora dice que no se puede incorporar al presupuesto; yo no lo entiendo", sostiene Taibo Casás, que tuvo que recurrir al departamento de Intervención para que le dieran una explicación al tratamiento que recibieron estas dos propuestas.

El bipartito asevera que estas inversiones se efectuarán. Explica que para la compra de la parcela dispone de una partida de 20.000 euros de 2009 y otra "de años anteriores de cerca de 70.000 euros" que se incorporarán y cambiarán de denominación para que se destine a Cela. Asegura que lo mismo sucede con las aceras para las que dice contar con dos partidas -una de 90.000 y otra de 100.000- que al principio estaban dirigidas a otras actuaciones. Indica que, aunque la incorporación de estas cantidades es automática, habrá que convocar un pleno después de la aprobación de los presupuestos para proceder a su cambio de denominación. El equipo de gobierno argumenta que si no se aprovecharan unas inversiones ya aprobadas y se reservara una partida nueva, "habría que restarla de otras inversiones".

Taibo Casás explica que en la reunión de ayer no hubo ningún tipo de debate, algo que resultaba previsible porque PSOE y BNG "tienen la posibilidad de recurrir a una moción de confianza", estrategia que EU-IU califica de "legal" pero "imprudente".

Beatriz Ramos, que coincide con Taibo en la valoración de la comisión, argumenta que el equipo de gobierno se siente amparado ante la imposibilidad de que se presente una moción de censura, ya que sería a menos de un año de las elecciones municipales -extremo impedido por ley- y que no existe el consenso suficiente entre la oposición. "Tanto se presumió siempre de elaborar unos presupuestos participativos y no tuvieron en cuenta ninguna propuesta", lamenta.

Manuel Marante, del Partido Galeguista, es más duro. "Tienen una actitud prepotente, esto no ocurría ni cuando el PSOE tenía mayoría absoluta", critica y añade: "Ni siquiera buscaron la abstención para sacarlos adelante con un poco de elegancia política".

El bipartito, en vez de responder a estas acusaciones, ha decidido aprovechar la ocasión para atacar al PP al que acusa de no haber propuesto nada desde que hace más de un mes le presentaron el borrador. El Ejecutivo local lamenta su "nula colaboración" y argumenta que "35 días deberían ser suficientes para que el grupo mayoritario de la oposición elevara alguna propuesta económica distinta a un papel en blanco". Entiende que esta postura denota "la falta de ideas y de trabajo de la que adolece la formación". "Son ellos los que tenían que llamarnos, pero no quisieron escuchar propuestas nuestras", alega el edil popular Felipe Andreu Barallobre.