El actor y director de cine Roberto Benigni fue uno de los protagonistas de la jornada de ayer en el Festival de Cine de Berlin. El italiano acudió a la Berlinale para presentar Pinocchio, su última película, en la que interpreta al carpintero creador del muñeco de madera, basada en un cuento que, en realidad, no es para niños. "Soy el único actor del mundo que ha sido Pinocho y además Geppetto", afirmó entre gestos de alegría el actor durante su comparecencia ante la prensa. Aludía a su anterior versión de la película, de 2002, que firmó como director y en la que interpretaba al hijo del carpintero.

Benigni convirtió su presentación de la Berlinale en uno de sus habituales despliegues de vitalidad, entre calificativos de "bellísima aventura", para su cinta, y de "regalo del destino", el hecho de haber sido invitado a protagonizarla. Dedicó guiños a los fotógrafos, aplaudió con efusión a sus compañeros de equipo y brindó ayuda técnica en el manejo de auriculares y micrófonos a su joven colega Federico Lelapi, el Pinocho humanizado de la película. La película se estrenó en la sección Berlinale Special.