Calificación: ** | Dirección: Benoit Jacqot. | Guion: Chantal Thomas, Jerome Beaujour y B. Jacqot, basado en la novela de Giacomo Casanova. | Fotografía: Christoph Beaucam. | Música: Bruno Coulais. | Intérpretes: Vincent Lindon, Stacy Martin, Valeria Golino, Julia Roy, Nancy Tate, Hayley Carmichael, Anna Cotis, Christian Erickson, Nathan Willcocks, Jesuthasan Anthonythasan. | Nacionalidad: Francesa. | Duración: 98 minutos

Una ocasión desaprovechada para penetrar en profundidad en una parte significativa de la vida del que fuera gran seductor del siglo XVIII europeo, Giacomo Casanova. Lástima que el objetivo se haya visto frustrado en gran medida por una realización que no hace justicia ni al personaje ni al marco histórico.

Benoit Jacqot no sólo no ha sacado partido del libro autobiográfico Casanova, mi vida en el que se basa, tampoco ha sabido recrear el Londres de la época ni dar vida propia a una figura mítica, el seductor por naturaleza, que nunca adquiere la personalidad que requería. Inconvenientes que afloran a lo largo de toda la proyección y que hacen mella en el propio actor que encarna al protagonista; Vincent Lindon, sin cualidades para acercarse íntimamente a un hombre que pagó con creces su error de enamorarse de la mujer menos apropiada para ello. Manipulada gravemente en su doblaje en España, que convierte en castellano tanto el francés como el inglés, a pesar de que Casanova apenas entiende el idioma galo, se pierde con ello otro factor importante.

La película abarca la época en la que el famoso amante decide abandonar Francia para instalarse en Inglaterra, un periodo clave en su trayectoria vital ya que durante la misma conocerá a una atractiva joven, Marianne de Charpillon, que resultará ser una prostituta, de la que se enamorará intensamente. Lo más paradójico es que este seductor empedernido fracasará una y otra vez en su intento de conquistarla, hasta el extremo de que ella se burlará de él y lo pondrá a prueba asegurándole que únicamente será suya cuando deje de quererla.

Con semejantes recursos no sorprende que estemos ante una de las aproximaciones más frágiles y endebles a un hombre que ha sido llevado a la pantalla en numerosas ocasiones y la mayoría de ellas con mejor fortuna. No sólo en la versión barroca y personal de Fellini en 1976, también en la más fiel al original de Lasse Hellstrom de 2005.