Ahora en verano es normal tener más ajetreo en el hogar, con amigos y familiares que pueden aparecer de repente y te cogen sin nada preparado para comer.

En estos casos, las patatas rellenas de atún se convierten en nuestra salvación, ya que son sanas, sacian mucho, están muy buenas y son muy económicas.

No hay fritura por ningún sitio y además la patata nos aporta pocas calorías con respecto a su peso, y por si fuera poco los ingredientes ya los tienes en casa.

¿Qué necesitamos?

●     Patatas grandes (unas cuatro)

●     Atún al natural

●     Beicon

●     Queso en lonchas y rallado

●     Pimientos del piquillo y tomate frito

●     Sal y orégano

¿Cómo se hacen?

Se pone agua a hervir con sal y metemos las patatas con piel unos 20 minutos. Para saber si están pinchamos con un cuchillo y si lo puedes introducir sin resistencia, las sacas y abres el agua fría con el fin de que se atemperen. Aquí debes de tener cuidado para que no se pasen, pues entonces la piel se separa de la patata.

El resto de los ingredientes se cortan, el atún se desmigaja y se mezcla en un recipiente, dejándolo todo un momento que aprovecharás para cortar las patatas por la mitad y vaciar el interior.

La patata sobrante se mete el recipiente y se mezcla bien con el resto de los ingredientes, dándole así una textura más cremosa y consistente.

Hay que repartir el relleno de forma equitativa, poniendo toda la mezcla sin que sobre nada y sin preocuparnos si rebosa algo, colocando mucho queso rallado por encima de la variedad que más te guste.

Ya casi está, pues solo hay que poner las patatas en una bandeja de horno y darles calor durante un cuarto de hora, lo que consigue que el queso se derrita y que si alguna patata estaba un poco cruda se termine de cocinar.

Estas cantidades que te hemos dado son orientativas, de modo que las puedes multiplicar si tienes a muchos invitados en casa.