La caída de las hojas es sinónimo de otoño y en esta época aparecen las castañas en las tiendas, un fruto seco que está muy rico, aporta vitaminas, minerales y que se pela fatal, motivo por el que algunas personas no lo comen.

Por suerte, este problema es cosa del pasado, puesto que con el truco que vamos a explicar pelarlas será cuestión de unos pocos segundos y se hace sin esfuerzo alguno, sin dañarnos los dedos.

¿Qué necesitamos?

Primero hay que lavar bien las castañas usando agua caliente, con el fin de que salga toda la suciedad que tienen en su parte exterior, y posteriormente las secamos con papel de cocina.

Después, con un cuchillo bien afilado, les vamos a realizar un corte por todo el contorno o uno amplio en cruz en la base o en la parte de arriba, ya que así la piel se quitará mejor y la castaña se cocerá antes.

El truco consiste en cocerlas, por lo que en un recipiente apto para el microondas las cubrimos de agua, las tapamos y las ponemos 15 minutos a máxima potencia, aunque, dependiendo de cómo sea el micro, puede ser algo más de tiempo.

Pasado ese cuarto de hora, y sin quemarnos, hay que dejarlas refrescar unos minutos. Aquí es importante no permitir que se enfríen por completo, puesto que si les quitamos la piel mientras siguen calientes saldrá mejor.

También las podemos escaldar

Otro truco consiste en escaldarlas, el cual irá bien si no nos gustan las castañas cocidas. En agua hirviendo, podemos aprovecharnos de otra preparación, como cuando cocemos huevos, les hacemos el mismo corte que antes y las metemos unos cuatro minutos.

Las retiramos y las enfriamos rápidamente en un bol con agua y hielo, lo que facilitará que la piel se retraiga, pelándolas antes de que bajen demasiado su temperatura.

Pelar las castañas es un suplicio, pero con este truco es mucho más sencillo. Además, se puede usar una u otra variante, dependiendo de si nos gustan más blandas o enteras.