El pescado es uno de los productos estrella de la tradicional dieta mediterránea de la que podemos presumir en España. Además de sus múltiples beneficios para la salud, este tipo de cocina ofrece infinidad de platos deliciosos que cada año atraen a miles de turistas a nuestro país.

Entre la variedad de pescados que se consumen en nuestro país, en los meses de verano cobra protagonismo el bonito, que forma parte del grupo de los pescados azules, junto al atún, el salmón y las sardinas, entre otros. Este producto, que puede comprarse en cualquier pescadería entre los meses de junio y octubre, es muy recomendable para prevenir enfermedades cardiovasculares gracias a su contenido en ácidos grasos omega-3, que ayudan a reducir el colesterol y los niveles de triglicéridos. Además, ayuda a evitar la formación de trombos y coágulos debido a que hace que la sangre sea más fluida.

También es un pescado rico en nutrientes, especialmente en proteínas de alta calidad, y contiene vitaminas B y minerales como hierro y magnesio. Resulta interesante el consumo de bonito junto con alimentos ricos en calcio, ya que su contenido en vitamina D ayuda a mejorar su absorción.

Además de por sus propiedades, este pescado es conocido por su carne firme, su sabor suave y su textura jugosa, lo que lo hace muy versátil en la cocina y muy apreciado en diferentes gastronomías.

En España, el bonito se utiliza en platos tradicionales como la "papas con bonito" en Andalucía, la "marmita de bonito" o “marmitako” en Cantabria o en el País Vasco.

Lejos de nuestro territorio también es un alimento muy apreciado. En Portugal, el bonito es un ingrediente clave en la famosa "caldeirada", un guiso de pescado con patatas, tomate y otras verduras. En Japón, el bonito se utiliza para hacer el famoso "dashi", un caldo base para muchas sopas y platos. En Italia, el bonito se utiliza en la famosa ensalada "tonnato" y en América Latina se consume en una variedad de platos, desde ceviches hasta guisos y sopas.

Lo más importante a la hora de lograr un bonito jugoso es el tiempo de cocinado. ShutterStock

Cómo cocinar el bonito para que quede jugoso

Sin embargo, cuando queremos que el bonito sea nuestro ingrediente principal, debemos prestar mucha atención para que no quede demasiado seco, algo que puede ocurrir con frecuencia si no tenemos en cuenta una serie de requisitos.

Para evitarlo, debemos comenzar por elegir un bonito fresco y de buena calidad. Esto es fundamental para obtener un buen resultado final.

Lo más importante a la hora de lograr un bonito jugoso es el tiempo de cocinado. Así, debemos evitar cocinarlo en exceso. El bonito es un pescado que se cocina rápidamente, por lo que es importante que no lo hagamos demasiado tiempo para evitar que se seque y pierda su jugosidad. Si lo cocinamos a la plancha, por ejemplo, bastará con un par de minutos por cada lado.

En cambio, si lo cocinamos al horno, podemos envolverlo en papel de aluminio o en papel vegetal para que se cocine en su propio jugo y no pierda humedad.

Otra opción es marinar el bonito previamente con aceite de oliva, limón, hierbas aromáticas y especias para que quede más jugoso y con más sabor. También podemos cocinar el bonito a la parrilla o a la barbacoa, lo que le dará un sabor delicioso y una textura jugosa.

Pero, siempre debemos calcular perfectamente el tiempo para no excedernos, ya que será la principal razón de que el bonito nos quede seco y pierda esa jugosidad que lo hará un plato delicioso.