Ahora, cuando el verano enfila hacia su final, sigue siendo un gran momento para disfrutar de uno de los platos de la cocina española más característicos de esta época del año: el salmorejo.

Nutritivo y apetitoso, la receta de esta especie de sopa o crema elaborada a base de tomate y pan no requiere de grandes conocimientos en la cocina, pero el resultado final dependerá de pequeños detalles a la hora de la preparación y, por supuesto, de la materia prima que utilicemos.

Si seguimos los siguientes pasos, lograremos un salmorejo cuyo sabor nos enganchará para siempre.

El salmorejo de puede presentar de diversas formas. Shutterstock

Receta de salmorejo cordobés

Ingredientes (para cuatro personas):

  • 1 kilo de tomates
  • 150 gramos de pan
  • 1 diente de ajo
  • Aceite de oliva virgen extra
  • Sal

Para el acompañamiento:

  • 1 huevo cocido
  • Taquitos de jamón serrano

Elaboración:

  1. En primer lugar, lavamos y cortamos los tomates en cuartos y los trituramos en la batidora. La variedad dependerá de nuestras preferencias, pero con los de tipo pera o rama será suficiente, sin necesidad de recurrir a otros menos asequibles. Los tomates, eso sí, deben estar bien maduros.
  2. Después, pasamos la mezcla por un colador para retirar las pepitas y los restos de la piel que puedan quedar, aunque con una batidora potente, nos podemos saltar este paso.
  3. Partimos el pan en trozos pequeños con nuestras propias manos y lo añadimos a la mezcla para que se empape. La tradición manda que sea pan de telera cordobesa, pero podemos utilizar cualquier otro, aunque es preferible que no sea de corteza gruesa.
  4. Volvemos a pasar por la batidora esta mezcla, a la que añadimos el ajo pelado y cortado, la sal y el aceite de oliva virgen extra, que podemos añadir paulatinamente hasta que los ingredientes emulsionen como deseamos.
  5. En este punto, podemos añadir algo más de pan si el resultado es demasiado líquido. La textura puede ser más o menos espesa, siempre también en función de nuestro gusto, pero hay que tener en cuenta que debe soportar el peso de los tacos de jamón y el huevo cocido cortado en trocitos que añadiremos a cada plato.
  6. Antes de servirlo, es recomendable dejar que repose en la nevera al menos una hora. Ya en la mesa, con unas gotitas de aceite de oliva virgen extra remataremos la faena.