El guacamole es de origen mexicano, pero hace tiempo que es un plato plenamente aceptado en los menús de toda España. La mezcla de aguacate, tomate, cebolla, cilantro, ajo, chile y limón que en principio sería la receta original de esta famosa salsa es sabrosa y resultona. Con ella se realizan ahora mil versiones y puede saborearse a la clásica acompañando nachos, pero también formando parte de las más diversas recetas. Además de un descubrimiento gastronómico, es un interesante compendio de nutrientes.

El aguacate es su componente principal y esto ya hace que el aporte de vitamina E y ácidos grasos monoinsaturados sea muy elevado. Es una salsa con un porcentaje de grasa notable aunque se trata de una grasa similar a la del aceite de oliva, que beneficiará el sistema cardiovascular. El tomate añade vitamina C y licopeno, un pigmento antioxidante que parece que tiene un cierto efecto protector frente al cáncer de próstata.

El ajo, con sus múltiples virtudes, entre las que destacan su acción hipotensora, y la cebolla, en la misma línea, son otros dos ingredientes que tener en cuenta. Frente a la popular mayonesa, es más ligero y de mayor poder antioxidante. En fin, que la globalización culinaria tiene sus puntos positivos y sin duda el guacamole es uno de ellos.

Cómo preparar el guacamole

Las formas más típicas de consumir el aguacate son:

Ingredientes:

  • 4 aguacates
  • 1 tomate maduro
  • 1/2 cebolla
  • Zumo de 1/2 limón
  • 3 cucharadas de Aceite extra virgen de oliva
  • Perejil o cilantro
  • Sal

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Preparación:

  1. Pela y trocea los aguacates
  2. Trocea el tomate y la cebolla
  3. Pon todo en el mismo cuenco y añade el zumo de limón
  4. Condimenta con sal, aceite y perejil o cilantro
  5. Bate todo hasta que quede cremoso
  6. Sirve acompañado de verduritas frescas o tostaditas.