¿Dónde recalará el humor de José Mota la próxima temporada? Ésta es la pregunta que todas las cadenas se hacen y para la cual, de momento, parece que ninguna tiene respuesta. La situación económica de TVE provoca que todos los programas de éxito, así como los derechos cinematográficos o deportivos, sean susceptibles de pasar a otra cadena.

Según adelantó ayer al portal Vertele.com, el humorista se está dejando querer, hablando con todo el mundo, y de momento no descarta nada de entre las tres opciones principales: seguir en TVE o apostar por Telecinco o Antena 3, cadenas con las que ha mantenido conversaciones, principalmente la de Mediaset.

Cuando finalizó La hora de José Mota, el pasado 16 de de abril, el propio actor explicó al portal de internet: "Después del enorme esfuerzo que me ha supuesto la realización de esta temporada, ahora necesito descansar y tomarme un paréntesis para reflexionar sobre mi futuro, que no descarto que continue en TVE, o en alguna otra cadena".

Éxito rotundo

La hora de José Mota despidió la última temporada el 23 de abril con un capítulo recopilatorio y una cuota de pantalla media de las de antes, 21,6% y casi 4 millones en catorce programas emitidos, superando a los programas de corazón Sálvame Deluxe (Telecinco) y DEC (Antena 3).

Se trata, sin duda, de un gran resultado de audiencia, pero el fichaje del humorista José Mota se enfrenta a algunas dificultades que hacen que las cadenas reflexionen antes de realizar ofertas firmes para contar con el humorista entre sus filas.

En primer lugar, el programa duraba 45 minutos sin publicidad y, aunque los datos económicos son siempre estimaciones, se calcula que el coste por unidad era cercano a los 300.000 euros. El segundo problema es que el precio por capítulo es elevado, puesto que la exigencia en la elaboración de sketches impide que este presupuesto sea menor, y al mismo tiempo, por 100.000 euros más cualquier cadena puede programar un capítulo de una serie de ficción de setenta minutos netos de duración.

La duración también es arriesgada, puesto que los 45 minutos sin publicidad implican que un capítulo de Mota sólo cubra, con anuncios, medio prime time. Es decir, sólo una hora, obligando a programar, desde la semana dos, repeticiones, que no daban mal resultado a La 1, pero que no colman los deseos de los ejecutivos de las cadenas privadas para programar su prime time.

El tercer problema son las pretensiones profesionales del humorista. Como ha pasado ya en tantos casos, y según apunta Vertele.com de los interlocutores de una de las cadenas, el humorista no quiere quedarse anclado en su show cómico semanal y pretende abrir otros horizontes.

Según parece, el propio José Mota vincula la negociación de sus futuros contratos a un acuerdo amplio que contemple la producción de una comedia de situación y de, al menos, una película, como él mismo ha reconocido en varias ocasiones.