Paz Vega regresa a la televisión y a España para meterse en el papel de una monja que regresa tras 20 años a su pueblo natal, Barbate (Cádiz), donde tendrá que atar los cabos familiares y amorosos que dejó sueltos y enfrentarse al narcotráfico, salida para una población devastada por el paro. "Para mí es un regreso en muchos sentidos. Lucía regresa a Barbate y yo a España y a la televisión", aseguró ayer la actriz durante la presentación de Perdóname, Señor, miniserie de Telecinco aún sin fecha de estreno que pone el negocio del tráfico de hachís y el dilema de desempleados que se ven abocados a él bajo el prisma de la moral de una religiosa.

El rodaje, centralizado en Barbate pero con extensión a municipios de la costa gaditana como Zahara de los Atunes, Caños de Meca y Zahora, así como Tánger (Marruecos), se prolongó durante casi seis meses que marcaron tanto a la actriz española que "precipitó" su vuelta a España tras 14 años en Estados Unidos. "Es un sueño volver y no he podido venir en mejores manos ni con un trabajo tan bonito ni tan especial como este", señaló la actriz, que aún continuará viajando a Estados Unidos para participar en proyectos pendientes.

Con Perdóname, Señor se reencontró con el Barbate de los veraneos de se infancia, sentimiento que aprovechó "para construir a Lucía" en una serie "hecha con mucha verdad, en todos los sentidos: verdad en los escenarios, en las interpretaciones, en la gente que está involucrada", ya que hasta la familia y vecinos de su creador y productor ejecutivo, el barbateño Frank Ariza, han trabajado en ella.

Aunque el narcotráfico centra esta ficción, "un tema jugoso, junto con las tramas sentimentales", indicó Vega, considera que Barbate "sale bien parado" ya que "siempre está de fondo el problema del paro, de la crisis".

En Perdóname, Señor interpreta a "una monja muy real, una mujer que duda, que ante el peligro de los suyos sacará uñas y dientes" y que luchará por sacarlos del narcotráfico. "Es una mujer de armas tomar, con mucho coraje, que en sus momentos de mayor duda es cuando más se agarra a su fe y que tendrá que hacer cosas contra la ley", resumió la intérprete.

Para Frank Ariza, que ha visto a su pueblo pasar de vivir de la pesca a sufrir una de las tasas de paro más altas de España y "entrar en decadencia", considera fundamental que el papel protagonista fuera el de una religiosa porque "aún sabiendo el camino correcto, cuando tienes que luchar por los tuyos coges el camino que puedes, no el que quieres". Junto a Vega participan en la serie Jesús Castro, como un joven involucrado en el narcotráfico y Stany Coppet, jefe de una banda de tráfico ilegal de hachís, entre otros.