Solo duró dos temporadas y 30 episodios, pero su influencia late todavía muy viva en la edad de oro de la televisión. Twin Peaks regresa mañana -en España se estrena en Movistar+- con nuevos capítulos más de 25 años después y lo hace convertida, por méritos propios, en una referencia inexcusable de la pequeña pantalla. La profunda huella que dejaron David Lynch y Mark Frost con Twin Peaks se venera como un hito fundacional en la industria televisiva, ya que fue una fuente de fascinación e imaginación no solo para los espectadores sino también para los guionistas y directores del futuro.

Producciones rompedoras como Los Soprano, Lost, Expediente X, True Detective, American Horror Story o The Leftovers quizá hubieran triunfado también sin Twin Peaks, pero sin duda esta serie amplió los horizontes audiovisuales de la televisión y abrió el camino para todas aquellas que después quisieron saltarse las normas.

" Twin Peaks demostró básicamente que no había una sola manera de hacer televisión", aseguró Damon Lindelof, uno de los cerebros detrás de Lost o The Leftovers, en el mini-documental Twin Peaks: The Phenomenon.

El universo inquietante, excéntrico, paranormal y surrealista de Twin Peaks era una llamada a la libertad formal y temática en las series: la televisión no tenía por qué ser la hermana pequeña del cine. " Twin Peaks unió lo rutinario con lo extraño", resumió el creador de Fargo, Noah Hawley, en un reciente artículo en Time.