El Festival de Eurovisión saltará a EEUU con un formato aún por desarrollar que podría empezar a emitirse "entre 2021 y 2022", según anunciaron ayer los responsables de esta adaptación avalada por la Unión Europea de Radiodifusión, propietaria del formato. La noticia se dió a conocer en un acto en el que además de David Goodman como representante de la UER, comparecieron Christer Björkman y Anders Lenhoff, responsables de la producción del Melodifestivalen (la célebre preselección sueca), y Ola Melzig, jefe de producción de la sexagésimo cuarta edición de Eurovisión. "Representamos los tres pilares que requiere el festival: el concurso, el espectáculo y la producción", señalaron ante los periodistas congregados en un céntrico hotel de la capital israelí.