Puede que España no haya triunfado en Eurovisión desde hace décadas, pero TVE nunca se ha planteado renunciar a su emisión. Lógico, porque forma parte del big five —junto con Francia, Italia, Alemania y Reino Unido—, países que pasan directamente a la final y porque las audiencias del festival siempre le han dado un buen resultado. Sobre todo, aquellos años en los que había un gran fenómeno mediático detrás, como fue el caso de OT o del fenómeno Rodolfo Chikilicuatre, el personaje creado por David Fernández y surgido de la factoría humorística de Buenafuente.

Desde 1992, el primer año del que se tienen registros de audiencia, Eurovisión ha sido un show que suele interesar al público español, aunque ha tenido sus altibajos. Aquí va el repaso. Pero antes un dato curioso: en 1992, TVE relegó el certamen a La 2, algo que nunca más ha vuelto a repetir. La gala de mañana, en La 1 de TVE, será sin duda un acontecimiento.

“Ya tuve mi momento”

En términos de número de telespectadores, según un informe de GECA, la final de Eurovisión más vista fue la de 2002, la de Rosa López, con su Europe’s living a celebration. Una Rosa muy distinta desde luego a la que ayer volaba a Turín para estar presente en la final junto con un montón de eurofans aclamándola y haciéndose fotos con ella y que esta misma semana explicaba que no le importaría volver a cantar en el festival —“pero como artista invitada, no para participar, que yo ya tuve mi momento”—. Su actuación en Tallin (Estonia) congregó frente a la pequeña pantalla a 12.755.107 fieles, con un espectacular 80,4% de cuota de pantalla. No era para menos, tratándose de la ganadora del gran pelotazo televisivo del primer Operación Triunfo, que acudió arropada por un coro formado por sus compañeros David Bisbal, David Bustamante, Chenoa, Gisela y Geno. Quedó séptima ante la decepción del público español, que aquel año veía más cerca que nunca la victoria.

El segundo puesto del podio de las audiencias fue para Chikilicuatre y su Baila el chiki chiki, en 2008. “Eso pasó por dejar libertad total al voto del público”, recordaba esta semana su protagonista, David Fernández, en La hora D. Un total de 9.336.054 personas (59,3% de share) vieron cómo quedó en el puesto 16º y Silvia Abril, una de sus coristas, montaba su número cayéndose en el escenario. “Eso formaba parte de nuestra performance”, aclaraba Fernández, que volvía a mostrar su guitarrita.

El tercer lugar del podio lo ocupa la cantante catalana Beth, con su Dime, con el que quedó octava en 2003, en Riga (Letonia). El Eurovisión en el que participó la finalista de OT 2 con una canción con la que, dijo, no se sentía muy a gusto, logró 8.790.173 seguidores y un 58,4% de share.

El cuarto festival de Eurovisión con más telespectadores fue el de 2018, con la balada de Amaia y Alfred impulsados también por el fenómeno OT (eso sí, de nueva generación, y trufado de un romance de por medio) cantando Tu canción. Quedaron en el puesto 23ª, con 7.169.526 españoles pegados a la pantalla (43,5%). Le sigue el festival del 2004, el de Ramón (OT 3), con 6.826.202 fans (50,1%). Para llenarme de ti le otorgó el décimo puesto. El Eurovisión en el que participó Pastora Soler, en 2012, también logró un gran dato, con 6.541.763 telespectadores (43,5%). Su apoteósica puesta en escena de Quédate conmigo la colocó décima. Edurne, otra extriunfita, logró para el Eurovisión de 2015 una audiencia de 5.958.168 personas (39,3%). Ella quedó en Viena en el puesto 21º con Amanecer.

Diges repitió actuación

El Eurovisión de 2010, por su parte, logró 5.760.317 seguidores (41,9%). Fue en el que Daniel Diges tuvo que repetir su actuación por culpa del sabotaje de Jimmy Jump, que se coló en el escenario cuando cantaba Algo pequeñito. El artista y actor, que está actualmente haciendo teatro musical en Madrid, quedó en 15 lugar. El festival de 2001, en el que David Civera interpretó la bailable Dile que la quiero, sumó una audiencia de 5.614.259 (45,7%). Él fue sexto.