Aunque la pasión de la cantante Aitana Ocaña siempre ha sido la música, llevaba ya un tiempo interesada por la interpretación. “Me llamó la atención cuando entré en OT y di clases nada menos que con los Javis”, recuerda la artista catalana, de 23 años, una de las triunfitas de la última hornada con mayor proyección. Cuando conoció a su actual pareja, el actor Miguel Bernardeau (Élite, 1899), de 25 años, la idea de actuar fue cobrando más forma. Le fueron llegando varios castings y la posibilidad de protagonizar una película, pero en el último momento le dio miedo meterse en el proyecto porque estaba inmersa en su primera gira de conciertos y no se sentía suficientemente preparada para ponerse delante de una cámara.

Hasta que apareció La última, la serie de Disney+ con la que este viernes 2 de diciembre debuta como actriz. La ficción, una historia con vocación de retrato generacional sobre la importancia de la amistad y la lucha por cumplir tus sueños, supone también la primera producción original de la plataforma en España.

El hecho de que La última tuviera como telón de fondo la aspiración de una joven por triunfar como cantante y que la coprotagonizara el propio Bernardeau acabó de convencer a Aitana para sumarse al proyecto. “No quise perdérmelo”, reconoce la cantante. Porque su personaje, Candela, le viene como anillo al dedo. “Somos distintas, yo soy más insegura, pero nos gusta lo mismo, la música”, destaca la intérprete de canciones como 11 razones y Teléfono, que se toma con filosofía que la puedan acusar de intrusismo: “Es que no puedo cambiar el hate que me pueda llegar. Así que todo el mundo valore con respeto, porque el público es supersabio. Yo no sé si seguiré como actriz, pero sé que lo he dado todo”, confiesa la artista, que antes de debutar ante las cámaras tomó clases de interpretación.